lunes, 22 de mayo de 2006

Posted on Fri, May. 19, 2006

By JOSE ANTONIO EVORA

El Nuevo Herald

El mal humor es lo que abunda. Pero el bueno nunca está de más.

De hecho, hace mucha falta. Ojalá creara adicción y fuera tan contagioso como las ganas de reír.

Seguro que Yes es un programa relativamente nuevo en la televisión local. No son Time Warner, DreamWorks y Walt Disney Studios los que están invirtiendo dinero en producirlo. Tampoco parece ser el fruto de un plan ultrasecreto y fríamente calculado para cambiar la imagen de la televisión en español de Miami. Sin embargo, mucho de esto último viene ocurriendo desde que sale al aire en el Canal 41-América TV.

¿A qué se debe?

La culpa, ya lo sabemos, la tiene el comediante Alexis Valdés, a quien no se le puede hacer un cuento sin que él haga tres. En auxilio de su indudable talento histriónico, el anfitrión de Seguro que Yes derrocha algo que les produce urticaria a los frívolos: agilidad mental. Le sobra chispa. Aun así, no es suya toda la culpa. Aquí pasa algo más, y tiene que ver con el flanco generalmente débil de la mayoría de los restantes espacios humorísticos.

Se llama guión. El combustible necesario para que la chispa siempre prenda.

El hecho de que Valdés encabezara su cuerpo de guionistas con Ramón Fernández Larrea y El Pible estableció un presupuesto de rigor. Ambos son humoristas de bien ganado prestigio, capaces de crear situaciones de comedia con al menos un mínimo de elaboración, que es en definitiva la mejor forma de hacer reír. Los chistes fáciles son eso, fáciles, lo cual quiere decir que, si dan risa --en el mejor de los casos--, se disipan con la misma rapidez con la que aparecieron. El buen chiste, aunque sea fugaz, lo deja a uno pensando, porque es una mezcla de comicidad y observación. No hay que ponerse pedante, pero tampoco dejarse morder todos los días por el mismo perro con diferente collar.

Lo que está demostrando Seguro que Yes es que la inversión en buenos guionistas se revierte a la larga en beneficio económico del productor. Hasta ahora prevalecía en los feudos de la televisión y la radio una fórmula tácita --más bien, disimulada-- de que el beneficio intelectual del espectador no implicaba necesariamente ventajas para el productor. Al contrario: gastando poco en bufones dispuestos a escandalizar todo el tiempo, se ahorra dinero y se da por descontada la ganancia. Por delante se adula al televidente y al oyente, y por detrás se le subestima y desprecia.

Alexis Valdés y su equipo empiezan a probar que sí, que en estos medios la calidad genera prosperidad; que, además de fatigarse hasta el agotamiento, la fórmula de explotar incesantemente las burlas y los chismes tiene alternativas rentables, y que en todo gran comediante el respeto al espectador empieza por el aprecio de sí mismo.

No pierdo de vista que la fórmula de Seguro que Yes se parece bastante a las del Late Show de David Letterman y el Tonight Show de Jay Leno en los canales CBS y NBC, respectivamente: un anfitrión muy jovial que entrevista a invitados notables, asistido de vez en cuando por la banda de músicos que toca en vivo en el estudio (y la de Seguro que Yes, por cierto, lo hace requetebién). Alexis se distingue de aquéllos al aprovechar su talento como actor, que Letterman y Leno explotan poco o nada, y en la incursión de personajes como Mónico Pino y Carlos III. En cualquier caso, sin embargo, la comparación no le resta grandeza a Seguro que Yes, considerando que se trata de un formato cuya probada eficacia en la televisión estadounidense ha marcado pautas para bien, y no para mal. Tampoco estamos ante una copia al calco: las virtudes del programa del Canal 41 se basan más en actuaciones de comedia o farsa, y en desdoblamientos del anfitrión (en el trespatinesco Cristinito), que en las anécdotas contadas por las superestrellas que lo visitan.

En lo que sí se parecen los tres es en el rigor de los libretos: hay mucho material, filtrado y cocinado a fuego lento antes de servirlo para comenzar el festín. Son guionistas que desdeñan la grosería fácil, apuestan por la sabiduría del espectador y trabajan en función del carisma y el timing del conductor del programa.

Ojalá que, entre nosotros, Seguro que Yes sea sólo el principio de otra abundancia.

jevora@herald.com

domingo, 21 de mayo de 2006

WILFREDO CANCIO ISLA
El Nuevo Herald

En la pequeña sala de su casa en Miami cuelga una foto de sus años de esplendor sobre los cuadriláteros. Florentino Fernández era entonces un pegador recio y destructivo, capaz de tejer una cadena de 12 knockouts (KO) consecutivos y hacer historia en el boxeo cubano de todos los tiempos.

Con una racha demoledora de 24 victorias al hilo desde su aparición en el boxeo profesional, en 1956, hasta su derrota frente a Rocky Kalingo en noviembre de 1959, Fernández emergió vertiginosamente como un ídolo de las multitudes. ''El Buey'' --apodo que se ganó a ritmo de puñetazos descomunales-- no vaciló en subirse al ring para retar a peleadores marcados por la leyenda, se llamaran Rubin ''Huracán'' Carter, Dick Tiger o Emile Griffith.

Pero ninguno de esos combates dejaría una huella tan profunda en su carrera pugilística y en su vida como el enfrentamiento con el estadounidense Gene Fullmer por el campeonato mundial de los pesos medianos, el 5 de agosto de 1961. Una pelea a 15 rounds que a la distancia de cuatro décadas todavía suele traerle amargos recuerdos a Fernández.

''Fue una pelea brava, Fullmer era un boxeador muy fuerte pero yo gané'', afirma Fernández. ``He visto después la grabación muchas veces y no me quedan dudas''.

Sobre el televisor descansa una copia en video de aquella batalla campal en Ogden, Utah, que terminó con una decisión dividida a favor de Fullmer. Fernández relata que sus golpes con la zurda llevaban ese día tanta furia que llegaron a provocarle tres fracturas en un brazo de su rival.

''Nunca me dio la revancha. Dijo entonces que si había que pelear con los cubanos como peleó conmigo, tenía que pensarlo dos veces'', rememora el célebre pegador cubano, que colgó definitivamente los guantes en 1972. Su récord sigue siendo hoy motivo de culto entre los protagonistas y amantes del boxeo: 50 victorias, 43 de ellas por KO, 16 derrotas y dos empates. De los 43 KO, 20 ocurrieron en combates finalizados antes del campanazo del tercer round.

The Ring --la Biblia del boxeo mundial-- le ha concedido el lugar 56 en la lista de los 100 más poderosos pegadores de todos los tiempos.

Nadie ha pegado así

Acaba de arribar a los 70 años el pasado 6 de marzo, pero nadie que observe su complexión física y su andar de hombre esbelto podría acertar en un cálculo de edad. Todavía conserva cierta gallardía juvenil y sus brazos mantienen una robustez envidiable.

Y su memoria preserva tanto los pormenores dentro del cuadrilátero como los extravíos adolescentes bailando con la comparsa de San Pedrito en los carnavales de Santiago de Cuba, su ciudad natal.

Conversa con soltura y amabilidad. Ha desengavetado un manojo de fotos históricas que muestra con orgullo, una de ellas con el rostro ensangrentado durante uno de sus violentos desafíos y, sobrepuesta, una frase del gran Eladio Secades: ``En el boxeo cubano no hemos visto jamás a un pegador de la precisión, de la violencia, de la capacidad destructiva de Florentino Fernández. Ningún boxeador cubano ha pegado así''.

¿Cómo fue que se decidió a ser boxeador?

--De niño me gustaba la pelota. Venía de una familia pobre y era un muchacho pacífico, pero cuando se metían conmigo y les soltaba un 'trastazo', la gente iba directo pa'l suelo. Comenzó el rumor de que yo pegaba duro. Tenía 15 o 16 años cuando fui por primera vez a un gimnasio para hacer entrenamiento y realmente me entusiasmó lo que pude hacer. En 1956 me fui a La Habana y empecé a entrenarme con Higinio Ruiz, que era un hombre muy sabio.

¿Alguien le inspiró como modelo de peleador en esos años?

--Kid Gavilán. Era un boxeador muy técnico, pero también un fajador incansable. Para mí fue el mejor de todos.

De su paso por el boxeo amateur quedaron registradas 17 victorias muy rápidas, casi todas por KO, y una pelea con un compatriota que llegaría a convertirse en campeón mundial, Luis Manuel Rodríguez.¿Cómo fue esa pelea?

--Fue tremenda. Yo lo tiré una vez a la lona y le gané la pelea por decisión. No peleamos nunca más y desde entonces mantuvimos estrecha amistad hasta su muerte (en 1996).

En el profesionalismo su fama creció como la espuma, un KO tras otro. ¿Había una estrategia calculada en esas embestidas que enloquecían al público?

-Mi estrategia era salir a decidir la pelea cuanto antes. En el boxeo hay que recibir golpes, pero si no te cuidas terminas hecho un guiñapo, porque a la larga los golpes hacen daño. En mi carrera de 16 años recibí muchos golpes, pero muchos menos que los demás, porque conmigo las cosas terminaban rápido la mayoría de las veces.

De campana a campana

A partir de 1959 se fraguan los más espectaculares combates de su carrera, siete de ellos con campeones mundiales. Para muchos conocedores del boxeo su nombre estará asociado para siempre con el KO que le propinara Rubin Carter en el Madison Square Garden de Nueva York en 1962. ¿Cómo fue eso?

-Me cogió sorprendido y me tiró en el primer round. Cuando me levanté me pararon la pelea. Creo que estaba en condiciones de seguir.

¿Y que pasó con Dick Tiger en la pelea de Miami Beach?

--Perdí por una herida. Si no, la historia hubiera sido otra.

El combate con Emile Griffith lo pierde por decisión en 10 rounds...

--Se agarró todo el tiempo para sujetarme el brazo izquierdo y así se fue la pelea. Yo quise la revancha con todos ellos, pero ninguno me la dio.

Y de todos, ¿cuál fue el más difícil para Usted?

--Fullmer, sin dudas. Pero también corrió mucho por todo el ring.

¿Cuál fue su escenario favorito para pelear?

--El Coliseo de la Ciudad Deportiva de La Habana. Alli perdí muy pocas veces.

¿Cómo recuerda La Habana de esos años?

-Era una ciudad increíble. Todavía cierro los ojos y me la imagino llena de luces, paseando por el Malecón.

¿Por qué se fue en 1963?

-Porque se acabó el boxeo profesional y no quería que todo acabara en el mejor momento de mi carrera.

¿No ha regresado?

-Nunca. Hasta que todo no se arregle.

¿Qué piensa del boxeo actual?

-Mucha propaganda. En mi época había más caballerosidad y respeto entre los peleadores fuera del ring. Ahora hay menos boxeo pero se paga más por el espectáculo. Antes para ganarse $3,000 había que sudarla.

¿Cuál fue la suma más alta que ganó por una pelea?

-Cuando discutí el campeonato mundial en 1961. Me dieron unos $15,000.

¿Asiste con frecuencia a carteleras de boxeo?

-A veces. Otras lo veo por televisión, aunque sin esa furia de antes.

Dígame su secreto para mantenerse atlético y vital a los 70.

--Nunca fumé ni bebí un trago de alcohol. Comía de todo, pero lo quemaba en el ring. Ahora estoy de vago, pero me mantengo.


Posted on Tue, May. 23, 2006

ANDREA FANTA / AP

TALLAHASSEE

LARRY BENVENUTI / Especial para El Nuevo Herald

ORLANDO BOSQUETE, acusado erróneamente de una violación, es la sexta persona que será exonerada en la Florida por pruebas de ADN.

Ayer, los fiscales dijeron que un ciudadano cubano que fue hallado culpable de una violación que ocurrió en Cayo Hueso en 1982 será puesto en libertad después que una prueba de ADN demostró que no fue él quien cometió el crimen.

Orlando Bosquete, que dos veces se escapó de la cárcel --en una ocasión durante 10 años--, cumplía una sentencia de 55 años tras haber sido encontrado culpable de penetrar en la casa de la víctima y violarla allí.

Recientemente, más de 175 reos en todo el país han sido dejados en libertad cuando las pruebas de ADN han probado que no fueron ellos los que violaron a las víctimas.

Bosquete, de 51 años, fue arrestado poco después del incidente cuando la víctima, sentada en un carro patrullero y a 20 pies de distancia, lo identificó como su agresor y a otro hombre como su cómplice. Ambos habían sido detenidos en un minimercado.

Matthew Helmerich, portavoz de Mark Kohl, procurador estatal del Condado de Monroe, dijo que los fiscales irán hoy a los tribunales en Marathon y solicitarán que la condena y la sentencia contra Bosquete se descarten. Entonces, Bosquete sería puesto en libertad. Helmerich dijo que hace 20 años no había disponibles pruebas de ADN para demostrar que Bosquete no era el violador.

Bosquete es representado por el Proyecto Inocencia, un grupo sin fines de lucro con sede en Nueva York. Eric Ferrero, portavoz del grupo, no quiso hacer comentarios sobre el caso.

Ayer, funcionarios federales de inmigración dijeron que no tenían ningún comentario que hacer sobre Bosquete, que entró al país ilegalmente. Bajo la actual política norteamericana que se adoptó en la década del 90, a casi todos los inmigrantes cubanos que logran tocar tierra firme se les permite permanecer en EEUU.

El otro hombre, Pablo Cazola, se declaró culpable de robo con allanamiento de morada, y según los archivos de la penitenciaría estatal, en 1985 fue puesto en libertad condicional.

Helmerich dijo que por lo general se les pide a las víctimas y a los testigos que identifiquen a los sospechosos de una fila, y que no sabe por qué eso no se hizo en este caso.

Kirk Zuelch, quien era el fiscal estatal cuando Bosquete fue procesado, dijo ayer que no recuerda bien el caso como para emitir una opinión.

Las pruebas de ADN se han utilizado para liberar a por lo menos cinco presos en la Florida y a otros 172 en todo el país, dijo Ferrero.

El caso de Bosquete es la segunda condena equivocada que se desestima en la Florida este año.
En enero, Alan Crotzer, de 45 años, fue dejado en libertad tras cumplir más de 24 años preso por robo a mano armada y violaciones que no cometió.

2006-5-21
[Por Miguel Leal Cruz. Lic. En Geografía e Historia, Periodista, y Doctorando en Historia de América (Cuba revolucionaria) Profesor de EGB]
Es otro hijo de canario más que estuvo presente en el proceso revolucionario cubano hasta su exilio en Nueva York y posteriormente en la tierra de sus antepasados. Hace muy poco visitaron la ciudad de nacimiento de los mismos (Santa Cruz De Tenerife), sus parientes Rafael A. Lecuona (profesor) y su hijo Miguel (fotógrafo), ambos residentes en Texas (con los que departí amablemente antes de su regreso a los EE UU), y con objeto de efectuar más indagaciones sobre el famoso músico.

Fue creador e interprete de las más diversas y variadas composiciones. Su personal estilo está influenciado por la música que tuvo más próxima: la que conoció en la isla antillana o cubano-africano-caribeña, a más de la clásica española, pero sin olvidar en la composición de sus partituras, la de la patria de sus mayores, Santa Cruz de Tenerife en las Islas Canarias, parte del territorio español. De ahí que algunas de sus mejores obras tengan el sabor de un Albéniz, un Falla o un Granados y en algunas de sus interpretaciones, consultando en fonotecas, se aprecia la influencia de aquellos como si de hecho hubiera sido un alumno suyo.

El 7 de agosto de 1896 nace en la Villa de Guanabacoa, provincia de La Habana, uno de los músicos más insignes, prestigioso pianista y compositor cubano: Ernesto Sixto de la Asunción Lecuona Casado. Hijo de Ernesto Lecuona Ramos, natural de Santa Cruz de Tenerife (Canarias-España) al igual que sus ascendientes inmediatos, fue un hombre laborioso, que tuvo de su esposa Catalina Carta Quintero, también tinerfeña, otros seis hijos más.

Su padre periodista, emigrante canario en Cuba como tantos otros en la época, colaborador del semanario El Ensayo, y director de El Sol de Nivaria, suplemento del diario literario La Imprenta, marchó prontamente a la isla antillana, como era norma habitual en aquella época de pobreza y de caciquismo decimonónico exacerbado y conocido. En la misma continuó ejerciendo su actividad periodística.

En Matanzas, ciudad cubana fundada por naturales de La Laguna de Tenerife, se residenció y allí dirigió los periódicos, La Aurora del Yumurí, El Buscapié, El Conservador y El Constitucional. Recién casado en Matanzas se traslada a La Habana donde continuará con su notable labor periodística, fundamentalmente como director del diario”El Comercio, Político y mercantil”.
Hacia 1900, ya nacido su séptimo hijo y futuro músico, al no encontrarse con buena salud decide trasladarse a Santa Cruz de Tenerife, su ciudad natal, para descansar, donde murió sólo ocho días después de haber llegado. Ernesto Sixto afectado por el fallecimiento de su padre se refugió en sus aficiones musicales con el apoyo de su madre Elisa Casado, la que tuvo un gran protagonismo en la carrera musical de Lecuona. Su talento musical e interpretativo se manifestó desde su más tierna edad, llegando a ser considerado "niño prodigio" en 1901, en su ciudad natal de Guanabacoa, y resaltadas sus cualidades por la publicación del libreto El Fígaro. En marzo de 1931 Ernesto Lecuona, ya profesional, llega a México, donde alcanzó un rotundo éxito consecuencia de sus excelentes interpretaciones bajo la supervisión de Elisa Casado, llegando a dirigir, tras el fallecimiento de su madre, un espectáculo de música cubana integrado por notables músicos y artistas criollos entre los que figuraba su hermana Ernestina.

Entre octubre de 1933 y diciembre de 1934, periodo coincidente con la caída de Machado y crisis revolucionaria subsiguiente, Lecuona actuó con estruendoso éxito en México, a través de sus numerosos conciertos, muchos por radio, y representaciones teatrales en unión de otros artistas cubanos. Allí dará a conocer obras importantes de inspiración suya, que le darían fama para la posterioridad como "María de la O, Niña Rita, El Batey, Rosa La China, La Guaracha Musulmana, Julián El Gallo, El Maizal, La Mujer de Nadie, La Flor del Sitio y El Calesero", algunas convertidas en género zarzuelero. Regresó a la Habana, bajo el estable régimen, aparente, de Batista, con un álbum de canciones basadas en textos de José Martí, obra que dedicó a su amiga y excelente intérprete Esther Borja, haciéndose pública el 26 de enero de 1935 en la Sociedad Lyceum. En ese mismo año Lecuona era acreedor de la admiración y respeto a escala nacional e internacional y el gobierno cubano lo condecoró con la Orden de Carlos Manuel de Céspedes en el grado de Caballero. Continuaron los éxitos por el extranjero, Argentina, Estados Unidos, España, países en los que dejaba plena constancia de su más que experimentada profesionalidad musical, como compositor o intérprete. Cuando el 1 de enero de 1959 triunfa la revolución cubana, no se encontraba en Cuba y, sin embargo, regresa a su Patria ante la trascendencia de los hechos, según investigaciones llevadas a cabo por Eusebio Reyes, licenciado cubano que se publican en "Canarias en América, América en Canarias" edición dirigida por Manuel de Paz Sánchez, director de la presente investigación, en La Prensa de Tenerife (sábado 17 de abril 1999)

Nuevamente en Cuba continúa trabajando y organiza tres festivales en el teatro Auditórium, últimas actuaciones en escenarios cubanos. Para esta fecha era indiscutiblemente un gran músico internacional, especialmente a través de la popular "Malagueña" o "María de la O". Por ello, en junio de 1959, la Productora Fílmica Continental SA., le propone realizar una película sobre estos temas. Desempeñó cargos oficiales durante el régimen de Batista. Tal vez por ello el 6 de enero de 1960 partió hacia los Estados Unidos posiblemente al ser objeto de "mal trato y consideración" por parte del recién instaurado régimen cubano de Fidel Castro que vería en el gran músico que dio fama mundial a Cuba, un prototipo burgués del régimen precedente y en el que parece fue director de Cultura. A este respecto se reconoce que en los documentales visionados, en particular sobre cultura cubana, no apreciamos la más mínima alusión a la personalidad del referido descendiente de isleños, sí a su inmortal música.

En Nueva York, habría de cobrar algunos derechos de autor, no regresando más a Cuba su tierra natal. En mayo de 1963 se encuentra en Tampa gravemente enfermo y cuatro meses más tarde, por decisión facultativa, viajó hasta la tierra de sus antepasados, Canarias, desembarcando en Santa Cruz de Tenerife, ciudad donde su padre había nacido, desde donde, poco después, marcha hasta Málaga la ciudad en la que fue homenajeado por sus famosas "Malagueñas". Hallándose en Barcelona para tratamiento médico se le recomendó retornara al clima de Santa Cruz de Tenerife. En esta ciudad atlántica se hospedó en el gran Hotel Mencey donde parecía iba recuperando su salud, pero el viernes 29 de noviembre de 1963, el gran músico universal dejó de existir en la habitación del famoso hotel tinerfeño que le dio acogida, no sin ciertas reticencias de tipo económico sobre su estancia, que tal vez aceleraron el desenlace fatal. Enterrado en el cementerio santacrucero, hoy, sin embargo, los restos del pianista y compositor de las "grandes manos" descansan en el de Westchester de Nueva York a la espera, según noticias publicadas, abril de 2003, a que cese el régimen cubano actual, culpable de su exilio, y se pueda cumplir su deseo: ser inhumado en el cementerio Colón de La Habana. La pérdida de este descendiente de "isleños" causó consternación mundial, pero su extensa y variada obra le mantendrá inmortal en todos los ámbitos musicales del orbe.

20/05/2006

Una banda de cubanos, expertos en la falsificación de tarjetas de crédito, logró perpetrar estafas por importe superior a los millones de euros en compras realizadas en distintos establecimientos comerciales de Cáceres, Badajoz, Toledo, Alicante, Madrid, Ávila, Burgos y Portugal. La Guardia Civil, en una operación bautizada como Ala Ancha , que puso en marcha a finales del pasado mes de enero, detuvo en los últimos días en las provincias de Cáceres y Alicante a nueve presuntos integrantes de esta red dirigida por un individuo apodado Manolo el Gordo .
En los registros efectuados en los domicilios de los detenidos los agentes se incautaron de una gran cantidad de material informático, maquinaria especializada, tarjetas falsificadas, datos bancarios, electrodomésticos y gran cantidad de prendas de vestir.La investigación comenzó cuando la Guardia Civil tuvo conocimiento de que varias personas estaban realizando compras por importantes cantidades de dinero en distintos establecimientos comerciales de Navalmoral de la Mata (Cáceres) y su comarca, utilizando tarjetas de crédito expedidas a un mismo nombre.Estas tarjetas, un total de 32, eran utilizadas por al menos ocho personas diferentes en distintos lugares, y a veces, al mismo tiempo, en distintas provincias y en Portugal.
La investigación desveló que las tarjetas eran duplicadas, previo pago, por Manolo el Gordo con los datos bancarios obtenidos por otros miembros de la banda en connivencia con los empleados de algunos establecimientos en los que había comprado el titular de la tarjeta verdadera.
Justificantes destruidos En al menos un caso, los datos procedían del robo de la tarjeta American Express de una importante empresa griega radicada en Madrid. Cuando los justificantes de las compras llegaban a la empresa eran destruidos por una secretaria que estaba compinchada con la banda. Parte de los ingresos obtenidos fueron utilizados en la adquisición de cocaína que miembros de la banda vendían al menudeo en Madrid.

• La Editorial Ego Group Inc. presenta el libro Insula del cosmos, del poeta cubano Alejandro Fonseca. Las palabras iniciales estarán a cargo del escritor Reynaldo García Ramos. Domingo 21, a las 6 p.m., en Books & Books, 265 Aragón Ave. Coral Gables.

• El Centro Literario de la Florida del Miami Dade College, en el marco de la campaña nacional por la lectura, presenta a los fundadores de las Bibliotecas Independientes en Cuba, Berta Mexidor y Ramón Colás. Martes 23, a las 7 p.m., en el Teatro Tower, 1508 SW 8 Street.
• El Centro Cultural Español Sistema de Bibliotecas Públicas de Miami-Dade y Food Cultura Museum presentan la exposición Sabores y Lenguas: Miami, un work in process. Incluye gastronomía, fotografías y videos e instalaciones. Del 2 de junio al 7 de julio, en el Centro ubicado en 800 Douglas Road, Suite 170, Coral Gables.

• El Miami Dade College presenta El estilo musical del son cubano, con la participación del musicólogo Eduardo Blanco. Moderadora, Mercedes Sandoval. Jueves 22 de junio, a las 6:30 p.m., en el Teatro Tower, 1508 SW 8 Street.

• El Koubek Center de la Universidad de Miami abrió la matrícula para el Curso de Periodismo del siglo XXI, lunes y jueves, de 7:00 a 10 p.m. , en 2705 SW 3 St. (305) 284-6001. Clases comienzan 22 de mayo.

Posted on Sun, May. 21, 2006

KETTY RODRIGUEZ

El Nuevo Herald

Los calificativos para describir a Alexandra Villasante son muchos: responsable, honesta, con altos valores morales y dedicada podrían encabezar la lista.

Pero ahora hay que añadir otro tan importante como los demás, el hecho de haber sido seleccionada como una de las mejores estudiantes de la nación, ya que la eligieron entre 3 millones de alumnos para recibir el más alto honor que el Departamento de Educación estadounidense otorga, el de Presidential Scholar del 2006.

''Me siento muy complacida de recibir este reconocimiento y de ser vista como una persona con potencial, y con inspiración para lograr cambios en el mundo'', dijo la joven, quien nació en Miami de padres cubanos.

Así, Alexandra se convirtió en la primera alumna del colegio católico privado Carrollton del Sagrado Corazón que recibe tal distinción. El honor había recaído anteriormente en otros colegios de Miami-Dade.

''Este es un galardón que ella se merece. Alexandra es la clase de estudiante que siempre va más allá, hace preguntas adicionales y siempre busca la excelencia'', dijo Carol Recicar, la consejera académica que a finales de junio acompañará a la estudiante a Washington, D.C., para recibir la medalla de manos del Presidente.

Su origen hispano y una enfermedad en la vista cuando nació fueron factores que moldearon el carácter de su hija, según su madre, la arquitecta Lury Ribas Villasante.

''Todo lo que pasó mi hija con su problema en la vista le dio fortaleza de carácter, desde muy pequeña'', indicó Ribas Villasante.

La joven fue operada a las dos semanas de nacida y desde entonces se sometió a cinco cirugías, hasta que finalmente recobró la visión. Parte del tiempo mantuvo el ojo derecho tapado.

La enfermedad le ayudó a desarrollar una férrea disciplina y una fuerza interna que siempre sobresale, indicó su madre.

Pero en medio de todo, la humildad parece ser uno de los tesoros que encarna esta joven que siente una profunda pasión por Cuba, la tierra de sus padres y abuelos.

''Tiene un cariño inmenso por Cuba y cuando alguien la critica, ella la defiende con fuerza'', reconoció su abuela paterna, Gloria Villasante.

Alexandra se ha nutrido de las enseñanzas que su padre, Roberto Villasante, un abogado que vino a Miami bajo el programa Pedro Pan, y sus otros familiares le han enseñado sobre la isla.

Este conocimiento llevó a la estudiante a enfrentarse epistolarmente al polémico cineasta norteamericano Michael Moore, por sus insultos contra la comunidad cubana del exilio durante el episodio del niño Elián González.

''Me sentí muy ofendida... y rebatí los altisonantes comentarios de Moore, explicándole la llamada revolución cubana y poniéndolo en su lugar'', escribió en un ensayo sobre el tema.

Su carta llegó a todos lados, a las oficinas de los congresistas, medios de comunicación y organizaciones. ''Muchos estuvieron del lado de Moore, pero yo mantuve mi postura'', asintió Alexandra.

La decana estudiantil de Carrollton, Diana Toledo, señaló que todos en el colegio se sienten orgullosos por el reconocimiento que recibirá la estudiante, a quien describió como ``una joven excepcional, muy respetada por maestros y compañeros, y muy humilde''.

Alexandra se graduará de secundaria el próximo junio e irá a la Universidad Duke, en Carolina del Norte, para estudiar ingeniería biomédica. Posteriormente quiere ingresar en la escuela de medicina.

''Nos sentimos muy orgullosos y bendecidos'', dijeron sus padres Lury y Roberto.

Posted on Sun, May. 21, 2006

CASTO OCANDO

El Nuevo Herald

El viaje al pasado de Cuba, que tuvo ayer varios escenarios por la celebración del 20 de mayo y el festival Cuba Nostalgia, suscitó emociones no sólo en el tradicional público de personas mayores, sino también entre niños y jóvenes cubanoamericanos de tercera y cuarta generación, que han mostrado un creciente interés por las tradiciones de la isla.

A pesar de que Cuba Nostalgia ''es un recuerdo de la Cuba de ayer que ya no existe, hay mucha gente más joven que antes buscando saber más sobre las tradiciones de sus padres y abuelos'', dijo Emilio Calleja, vicepresidente del evento que concluye hoy en el parque Fair Expo Center, en el sudoeste de Miami.

En otro evento conmemorativo del día de la independencia de Cuba del dominio español, que tuvo lugar en la Plaza Remolcador 13 de Marzo, en la calle Flagler, otro grupo de jóvenes se sumó a la celebración con entusiasmo para mostrar su interés en las fechas patrias de Cuba.

''Mis padres fueron maestros en Cuba y me transmitieron ese amor e interés por la historia cubana'', dijo la joven Azais Menolich, de 25 años y estudiante de postgrado de la Universidad de Miami.

''Las tradiciones en mi familia se han transmitido desde mi padre hasta mi hijo pequeño'', declaró Miguel Giménez, de 30 años, cuyo padre René La Villa fundó una fábrica de guayaberas en Miami en la que participa toda la familia.

''La guayabera no sólo es para mí una pieza del pasado tradicional, sino una ropa que siempre está de moda. De hecho, la guayabera es ahora muy popular entre los jóvenes'', aseguró Giménez, que bautizó a su hijo de 2 años con una guayabera especial, como símbolo de conexión con sus raíces.

Jackie Sarracino, que también ofrecía ayer ropa con motivos cubanos en la feria, indicó que ``todo el mundo que viene está buscando algo relacionado con sus raíces''.

El pediatra Eduardo Otero, nacido en La Habana pero criado en Miami, presentó ayer su libro El ABC de Cuba, una conversación imaginaria de dos abuelos cubanos que explican la cultura de la isla a sus nietos utilizando palabras autóctonas como jutía, quibú, tocororo, jicotea y siboneyes.

''Hay mucha gente joven interesada en la cultura de sus padres'', aseguró Otero. ``Vienen muchas parejas que buscan el libro para tener algo que enseñar a sus hijos''.

Las ilustraciones fueron realizadas por Cristina Milian-Ganz, hija de cubanos nacida en Nueva Jersey, que nunca ha ido a la isla. Sus dibujos son producto de ``mucha investigación y ayuda de mi madre''.

Carrie Weir, joven empresaria de padres cubanos nacida en Miami, que vive en Tennessee, abandonó el periodismo para fabricar ropa infantil con motivos cubanos, que vende desde Nashville, y aspira a vender pronto en Miami.

El nombre de su empresa: Los Pollitos Dicen.

Posted on Sun, May. 21, 2006
MANUEL EDUARDO SOTO
El Nuevo Herald

Después de varias invitaciones a las que no pudo responder, Gloria Estefan finalmente podrá darle una mano a su amigo, el basquetbolista Alonzo Mourning, quien anualmente organiza un festival cuyos fondos destina a ayudar a los jóvenes del sur de la Florida.

''Alonzo me había invitado en varias ocasiones, pero no había podido ayudarlo por compromisos artísticos que ya tenía'', contó la cantante cubanoamericana el martes en conversación telefónica con El Nuevo Herald.

``Pero como este verano me quedaré aquí en Miami, voy a cantar el 15 de julio con Miami Sound Machine en el American Airlines Arena''.

Gloria dijo que estaba al tanto de las obras que realiza Mourning en favor de los jóvenes de la región y que está feliz de poder contribuir con su granito de arena.

''Estoy feliz de poder colaborar'', expresó. ``El hace una labor admirable, ya que su organización se mantiene en contacto con los maestros de los chicos, les siguen su trayectoria en la escuela, los ayudan con las tareas, les enseñan deportes y los llevan a visitar universidades para que vean de primera mano lo que pueden hacer con sus vidas si se esfuerzan en sus estudios''.

La actuación de Gloria Estefan y su Miami Sound Machine, la noche del sábado 15 de julio, es parte de cuatro días de celebraciones profondos para instituciones caritativas como el Overtown Youth Center y el Honey Shine Mentoring Program, de acuerdo con el parte de prensa distribuido por los organizadores.

''Me siento realmente honrado de que Gloria Estefan cante en nuestro concierto'', dice la nota, citando a Mourning.

``Ella es parte de esta comunidad y yo he admirado su talento como cantante, pero mayormente por sus contribuciones al sur de la Florida. Su participación se produce en un momento muy especial, ya que estamos celebrando 10 años del programa Zo's Summer Groove - Miami style''.

Por su parte, la nota cita a Gloria diciendo que ``yo creo que lo que él está haciendo es por una causa extraordinaria y producirá una diferencia en las vidas de todos los chicos''.
Y la presencia de Gloria no será sólo simbólica, sino que lo hará con toda su banda y actuará entre una hora y una hora y media, casi como si fuera uno de los conciertos que la hicieron popular en el mundo entero.

''Estamos tratando de que vengan otros artistas a colaborar con esta causa'', agregó la intérprete de superéxitos como Conga y Oye mi canto.

Aunque Gloria ya ha anunciado que planea dejar las presentaciones personales para dedicarse a escribir y a atender a su hija Emily, de 12 años, sus admiradores tendrán oportunidad de verla cantar también el 5 de octubre, en uno de los espectáculos inaugurales del Centro de Artes Escénicas de Miami (PAC por sus siglas en inglés), el que se está levantando a sólo pasos del American Airlines Arena, en el downtown.

''En la inauguración del PAC, formaré parte de una larga lista de artistas que participaremos en las funciones iniciales del PAC'', señaló Gloria Estefan, cuyo esposo, Emilio, será el productor de los shows hispanos que tiene el programa del PAC, el que contará con tres salas para distintos tipos de eventos culturales.
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Gloria Estefan y Miami Sound Machine en el Zo's Summer Groove - Miami Style, sábado 15 de julio, 8 p.m., en el American Airlines Arena, boletos entre $30 y $85 a través de Ticketmaster.com o por el 305-358-5885.

viernes, 19 de mayo de 2006

EDITORIAL PRENSA ASTURIANA Director: Isidoro Nicieza

MÁS GIJÓN

Hay personas que por algún motivo te traen el recuerdo de un libro. El otro día conocí a un poeta que me recordó al menos tres. Me lo presentó un gran amigo, el abogado ovetense Francisco Arroyo Álvarez de Toledo. Fue durante una comida. Una comida varias veces pospuesta por razones que no vienen al caso, pero que al fin se celebró -el verbo aquí, con su sentido más propio- en un restaurante de Madrid entre mucho humo, muchas palabras y mucho vino tinto. El poeta era Raúl Rivero y los libros fueron «Fahrenheit 451», «Nuestro hombre en La Habana» y «Archipiélago Gulag».

El primer libro me asaltó en cuanto subí los escalones y lo vi sentado a la mesa. Yo llegaba tarde y se levantó para presentarse tendiéndome una mano franca. Me llamó la atención su rostro moreno, algo picado de años, tabaco y privaciones, su mirada viva tras unos anteojos anticuados y su tono de voz, cálido pero inteligente y honesto, en las antípodas del arquetipo dulzón de cubano hiperbolizado. Cuando me senté a su lado y recordé cómo pocos días antes unos energúmenos le habían impedido hablar en la Universidad -¡en la Universidad!- bajo pretextos tan peregrinos como ser agente del imperialismo yanqui, no pude sino recordar a los ciegos bomberos pirómanos de Huxley quemando aquello que no entendían. Impedir hablar a un escritor es como quemar libros. Un acto no sólo fascista sino sobre todo estúpido.

Hostigamiento, descrédito, muerte civil, proceso amañado, cárcel, poemas, campaña internacional, intervención de gobiernos e intelectuales, escándalo mundial, liberación, exilio... Era asombrosa la novela que se estaba escribiendo ante nosotros, pero Raúl no se daba importancia, ni se emocionaba demasiado, ni se ofuscaba al recordar su drama, como si no fuera con él, como si le avergonzase distinguirse cuando hay tantos otros que pasan cada día por lo mismo sin que nadie les haga maldito caso. Ni siquiera odiaba a quien le difamó, le acosó, le acusó, le torturó y le condenó a veinte años de prisión. Como dijo en un momento determinado, «no podía permitirme odiar. Odiarles hubiera supuesto meterlos en mi celda». Sin embargo, sí había mucho espacio para el humor en sus renglones de humo. Por ejemplo, contó divertido cómo se había institucionalizado una frase entre los homosexuales habaneros cuando son detenidos. El hijo de uno de los héroes de la revolución es gay. Activista y socarrón, ahora está exiliado en Miami; pero antes, para incordiar al régimen, se dejaba detener una y otra vez sabiendo que una y otra vez lo liberarían. Y en cada ocasión se dirigía a los policías con dardos verbales. Uno de los más célebres fue en el mismo coche celular, camino de la Comisaría: «A palacio, cochero», soltó muy serio. Así, cuando los gays son detenidos -lo que ocurre constantemente en el paraíso castrista- siempre lanzan la misma orden: «A palacio, cochero».

«Nuestro hombre en La Habana» vino con estas anécdotas que le hacían brotar una risa noble, algo cascada ya por el Marlboro -quizá sea ésa la prueba que tanto buscan los fanáticos de su sumisión a una potencia extranjera-. La hilarante historia de un inglés, dueño en Cuba de una ferretería, quien para ganar unas libras les vende a los servicios secretos británicos los planos de una aspiradora haciéndoles creer que es una instalación militar secreta, no podía resultarme más rocambolesca que las aventuras de fugas estrafalarias, empresas personales de rebeldía y locos exiliados en Miami que gastan toda su fortuna en chinchar a Fidel -incluyendo organizar y pagar la deserción de la propia hija del tirano- que el poeta nos estaba contando. En sus palabras, todo en Cuba parecía posible, como si la isla fuera el verdadero epicentro del realismo mágico. Aquella increíble narración, ahíta de disparates, me hizo recordar la partida de ajedrez que Graham Green hizo jugar a su peculiar espía inglés con un oficial de la Policía secreta cubana. Con la peculiaridad de que las piezas eran botellitas de güisqui y que cada vez que se comían una tenían que bebérsela. Pero Raúl convirtió en cenizas sin gracia esa escena cuando narró su propia entrevista con el coronel encargado de interrogarle. En un momento dado, el sicario le sacó el asunto de sus presuntos vínculos con la potencia extranjera de todos conocida. Raúl lo miró con ojos de sueño y le preguntó por qué insultaba su inteligencia. Él entendía que dijeran eso, que lo acusaran de espía al servicio de los Estados Unidos, que lo calumniaran tildándole de traidor... El lo entendía, al fin y al cabo, eso era parte del juego; pero que, por favor, no le fueran a él con esas vainas.

Y entonces apareció. Horrible, espantoso y, lo que es peor, posible; «Archipiélago Gulag», como un enorme agujero de silencio y dolor que todo pudiera ocuparlo. Sin un átomo de rencor, Raúl nos fue contando cómo le llamaban a casa por la noche para amenazar a su familia, cómo lo detenían sin motivo un día sí y otro también, cómo le acusaron de fantasmagóricos crímenes. Cómo lo encerraron, cómo lo interrogaban a cualquier hora de la noche. Contó la enorme impresión que le causó el tribunal que lo juzgó; aquellos jueces mal vestidos, de gafas restañadas con esparadrapo, somnolientos, sin un puto papel donde apuntar lo que allí se decía. Se supo condenado de antemano y supo también que aquellos tristes figurones firmarían lo que les dijeran. La imagen de una justicia tan indigna y fea lo deprimió. Luego vino una condena a veinte años por un delito gravísimo. En Cuba a un hombre le pueden meter preso 20 años por un tipo penal llamado: «Otros crímenes contra la Revolución». Revolución o muerte. Aquello era otra vez Soltzhenitsyn contándonos que, con el Código Penal soviético, robar pan o haber sido hecho prisionero por los alemanes podía castigarse como acto contra el pueblo con treinta años de trabajos forzados.

Después del proceso, un año en una celda de castigo. Y otro más encerrado con los presos comunes. Y mientras el régimen le negaba el carácter de preso político -en Cuba, ya sabe, no los hay-, estos mismos convictos sí se lo reconocían. Raúl caminaba solo por el patio, un viaje de ida y otro de vuelta, así durante una hora al día. Y el resto de presidiarios, aficionados al béisbol, para señalar los límites del imaginario campo de juego, gritaban que «fuera» era a partir de la «trucha -camino- del político». Afortunadamente, esa trucha le llevó fuera de la cárcel gracias a Blanca, su mujer, que movió Roma con Santiago para informar a la opinión pública internacional. Fue ella la heroína que le llevaba comida a un presidio equivocado pues no sabía donde estaba encerrado, la que consiguió que García Márquez y Zapatero convencieran a la momia.

Y luego España. Aquí le han acogido unos y otros. Para España no tiene más que agradecimiento. Otros no pudieron quedarse aquí porque llegaron demasiado pronto, cuando el régimen tenía adeptos convencidos. Así le pasó a su gran amigo Guillermo Cabrera Infante, quien tuvo que refugiarse en Londres ya que los intelectuales ibéricos le dieron la espalda en masa por atreverse a poner en cuestión la idílica revolución de los barbudos. Tiene suerte Raúl, después de todo; posiblemente podrá regresar a Cuba cuando el viejo se rompa de una vez.

Pero antes de que todo eso suceda, quiere que yo le haga un favor; quiere que le ayude a encontrar a los ascendientes asturianos de su mujer, Blanca Reyes Castañón. Por lo visto, su abuelo, Antonio Ataúlfo Castañón Acebal, era de los alrededores de Gijón. Les he prometido que si tenemos alguna noticia de sus familiares españoles les alojaré en mi propia casa. Así pues, si algún lector tiene noticias del bueno de Ataúlfo, pónganse en contacto con el periódico para que la trucha del poeta pase también por el muro de San Lorenzo como si fuera el mismísimo Malecón de La Habana.

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Carlos Franqui. escritor, periodista y exiliado cubano

Una de las bestias negras del castrismo llega a la Feria del Libro con una doble misión: hablar hoy sobre María Zambrano y presentar el sábado su volumen de memorias, 'Cuba, la revolución: ¿mito o realidad?' (Península). Sin embargo, Carlos Franqui es algo más que un exiliado. Es, ante todo, un hombre de cultura que cree en el poder de ésta para cambiar a los hombres y al mundo.

LUIS SÁNCHEZ-MOLINÍ

Sevilla.

Tres vocaciones marcan claramente su vida: la intelectual, la política y la periodística. ¿Cuál ha vivido más intensamente?

Sin duda, la cultura. Hay que ser cultos para ser libres. El periodismo es una vocación que tenía desde que era adolescente; en él he hecho prácticamente de todo, desde vender diarios hasta dirigirlos, y actualmente lo sigo practicando. Sin embargo, no creo haber sido nunca un político, porque a los políticos les interesa el poder, algo que no comparto. A mí lo que me interesa es cambiar el mundo.

Además de a presentar sus memorias, viene a la Feria del Libro para hablar de María Zambrano. ¿Cómo fue su relación con ella?

–La traté sobre todo en Ginebra. La lectura de sus libros me había causado una profunda impresión, ya que en ella convergen la filosofía y la poesía. Es como si, de una manera moderna, renaciera eso que en su día fue Grecia. Cuando hablaba era un auténtico poso de sabiduría y me arrepiento de no haber grabado mis numerosas charlas con ella.

–Usted fue uno de los que forjó el apoyo de los intelectuales europeos a la revolución cubana. ¿Se arrepiente?

–Hay siempre mucha exageración en este asunto. No niego que fui un protagonista de la revolución, pero suponer que un guajiro como yo fue el que convenció a intelectuales como Sartre, Breton o Picasso, es mucho suponer. Más bien creo que había mucha gente (y todavía la hay) que estaba buscando la revolución perdida y Cuba era un espejismo muy tentador. También es cierto que muchos de los que me acompañaron en la mistificación de la revolución cubana luego estuvieron conmigo a la hora de la desmitificación.

–¿Camilo Cienfuegos representa lo que pudo ser y no fue la revolución?

–Fue un personaje interesantísimo. Junto a Castro era el personaje más popular de la revolución. Camilo representaba lo popular: era muy simpático, amante de la libertad, amigo de la fiesta. Pero, ante todo, era un personaje independiente, que nunca fue comunista y que creía en una revolución humanista inspirada en Martí. En el momento que Fidel quiso dar el giro comunista, Cienfuegos pasó a ser un estorbo. En Cuba nadie duda de que fue Castro el que lo quitó de en medio.

–Usted ha cultivado con pasión la crítica de arte, además de escribir libros junto a artistas como Calder, Miró o Tapies. Además, dicen que tiene una magnífica colección de obras.

–Precisamente, ahora voy a publicar un libro con mis textos pictóricos, que son los que me han dado de comer en el exilio. Tomé mucho interés en que los pintores apoyasen la revolución, algo que quedó patente en el Salón de Mayo de 1967 en La Habana, lo que no siempre fue comprendido por el entorno de Castro. Respecto a mi colección, todas las obras que tengo son regalos de pintores amigos.

–¿Es Cabrera Infante el gran escritor cubano del siglo XX?

–Me unió a él una gran amistad. Es el primer novelista cubano que consiguió recrear literariamente lo que es bailar un son. Sus novelas están llenas de música, erotismo, humor... pura Cuba. Tenía un gran sentido de la ética, la amistad y el rigor. Le costó caro.

–¿Cómo ganó el apoyo de Sartre a la revolución?

–Decidió apoyarla después de una conversación que mantuvimos durante más de dos horas. Se sorprendió mucho que en Sierra Maestra leyésemos y discutiésemos sobre el existencialismo. Cuando vino a La Habana disfrutó mucho del baño de masas, la gente lo llamaba por la calle por su nombre de pila, algo a lo que no estaba acostumbrado en Europa. Cuando se dio cuenta que la revolución había dejado de ser espontánea para convertirse en un aparato se llevó una decepción y me miraba a mí como el tipo que lo había embarcado en el asunto.

Carlos Franqui

Pocas personas han vivido una vida tan apasionante como este hombre nacido en una familia campesina cubana en 1921. Después de su paso por el Partido Comunista, pronto abandonó estas ideas para unirse a los barbudos de Sierra Maestra, aún lejos del influjo de la URSS. A él se debe el que lo mejor de la intelectualidad europea apoyase a una revolución que él mismo terminó repudiando por cambiar las ideas de libertad por las del comunismo burócrata. La cultura ha sido siempre su gran pasión y la ha cultivado como animador, poeta, crítico de arte y periodista. Es una de las bestias negras del régimen de Castro, que lo tacha de agente de la CIA y tiene una idea pesimista sobre el futuro de Cuba. Sin embargo, sigue luchando porque las libertades formales (¿hay otras?) vuelvan a la isla.

lunes, 15 de mayo de 2006

Por Luis de la Paz

DIARIO LAS AMERICAS

El tronco musical de un país puede ser su himno nacional, el resto de sus ramas las componen los géneros que dictan las distintas épocas, prevaleciendo la magia que le imprime el creador a sus composiciones, a lo que hay que añadir el tarareo del pueblo, que al repetirlas las inmortaliza y hace que se transmitan de generación en generación.

De manera que entre el compositor y el intérprete se recrea y se reviven los ritmos propios que van trazando el perfil musical de un país. La música cubana tiene la dicha de haber aportado sonidos novedosos y cadenciosas armonías, que además de enriquecer el patrimonio nacional, han trascendido y aportado a otros países de la región y del mundo.

Cuba puede darse el lujo de exhibir una impresionante lista de figuras prominentes de su música. Desde un Brindis de Salas, para iniciar las referencias, hasta personalidades como Ernesto Lecuona, Gonzalo Roig, Trío Matamoros, Beny Moré, Alejandro García Caturla, Sindo Garay, Ignacio Cervantes, René Touzet, Harold Gramatges, Rodrigo Prats, Antonio María Romero, Aurelio de la Vega y Eduardo Sánchez de Fuentes, para apenas ofrecer un aperitivo de nombres grandiosos en distintos géneros. También sería larga las referencias a los intérpretes excepcionales, por ello sólo nos limitaremos a Zenaida Mafugás, quien se presentará este 20 de mayo, día de la Independencia de Cuba, en la escuela de música de la Universidad de Miami, en una velada organizada por el Instituto de Estudios Cubanos y Cubano-Americanos.

Cuando se habla de temas cubanos, el nombre de la Manfugás se abre paso entre el conjunto de figuras conocidas. Su maestría y su larga trayectoria como pianista, auspician ese reconocimiento, que el público manifiesta con largas ovaciones. Para este concierto en la fecha patria del 20 de Mayo, Zenaida Manfugás ofrecerá Danzones de mi Cuba.

Desde Elizabeth, New Jersey donde reside la pianista, revela a Diario Las Américas, que en septiembre del pasado año fue operada del túnel carpiano en su mano izquierda. Con su optimismo característico afirma sentirse bien, "aunque todavía no estoy recuperada del todo", dice con cierta incertidumbre y temor ante lo que podría ocurrir frente al auditórium.

Producto de la cirugía tuvo que cancelar conciertos previstos en Holanda, España, Francia y los Estados Unidos, convirtiéndose esta presentación en su regreso al escenario desde que fue sometida a cirugía. Durante la entrevista parece expresar alguna preocupación, sin embargo, inmediatamente después retoma con ímpetu el interés por su próxima presentación y comienza a referirse a los danzones que tocará ese día. "Entre ellos está Masacre de Silvio Contreras; Virgen de Regla de Pablo O'Farrill; Fefita de José Urfé; Almendra de Abelardo Valdés; Doñá Olga de Enrique Jorrín; El cadete constitucional de Joaquín Rubalcaba y La Mora de Eliseo Grenet".

El prometedor programa incluirá también arreglos vocales que la Manfugás toca al piano. En ese sentido espera ejecutar piezas de Jorge Anckermann y temas de Ernesto Lecuona, entre otros compositores.

La última vez que la pianista se presentó a un concierto en la sala de la Universidad de Miami fue hace tres años con un programa también de música cubana que abarrotó el teatro. Anteriormente en esa misma plaza, tocó acompañada de la orquesta y el coro de la escuela, ejecutando la Novena Sinfonía de Beethoven.

El espectáculo es parte de las conmemoraciones por la fecha patria del 20 de Mayo de 1902, momento en que los cubanos proclamaron su independencia de España. Desde ese momento se iniciaría un largo camino político en la isla, que sí destacó por la fuerza expresiva de sus artistas y creadores.

Zenaida Manfugás es una de las pianistas más respetadas y admiradas por los cubanos. Su vida ha sido difícil y dolorosa. En cierta ocasión expresó a este reportero: "Mi vida ha sido de constante confrontación. En un medio hostil, indiferente, clasista, y por lo tanto racista, han sido más los momentos oscuros que los claros. He podido ser pianista porque mi madre, gran pianista y pedagoga, se empeñó en comenzar a enseñar a todas sus hijas, el mismo día que cumplíamos los 5 años. Ella fue una adelantada de la pedagogía moderna. Así que cuando yo tenía 7 años tocaba ya dos conciertos: el de la Coronación y el Primero de Beethoven. Transcurrieron 9 años de lucha, batallas y al fin, de adolescente, gracias al tesón obsesivo del Maestro Gonzalo Roig, debuté en la Banda Municipal, con un arreglo que él mismo hizo, del Concierto en La Menor de Grieg. Luego obtuve una beca del Ministerio de Educación, pero pasaron más de 3 años antes de poder viajar.

Para ese entonces ya me sabía, y podía tocar, más de 30 conciertos. Cinco meses después de haber llegado a España, debuté tocando a Beethoven, no obstante que mi llegada tuvo un mal comienzo. Al asistir, invitada por un amigo a una recepción en la Embajada Cubana, un 20 de Mayo, fecha de la independencia de Cuba, me recibió el embajador, textualmente con esta expresión: una negra más. Por tal motivo, harta de mis luchas en Cuba, juré no poner más los pies en una dependencia cubana, y así lo he cumplido".

Sin embargo este 20 de mayo, en tierras del exilio cubano de Miami, la gran diva recibirá el caluroso aplauso y la admiración desbordada (como siempre se le brinda) de sus compatriotas en el destierro.

Danzones de mi Cuba, 20 de mayo del 2006, a las 7 de la noche, en el Maurice Gusman Concert Hall, Universidad de Miami, 1314 Miller Driver, Coral Gables. Entradas 15 dólares, 10, estudiantes, profesores y empleados de la Universidad. Para más información y reservación, 305-284-2822. Capacidad limitada.

Posted on Sun, May. 14, 2006

WILFREDO CANCIO ISLA

El Nuevo Herald

Cuando la desesperación condujo a la doctora cubana Marialys Darias Mesa a lanzarse al mar y dejar atrás a su hija de 4 años, pensó que no pasaría mucho tiempo para tenerla nuevamente junto a ella.

A fin de cuentas, las evidencias y las razones estaban a su favor. Favorecida con la lotería de visas desde el 2002, el gobierno cubano la retenía indefinidamente por considerarla ''personal médico indispensable'' y el otorgamiento del permiso de salida parecía cada vez más una quimera lejana.

''Le conté a la niña que iba a pasar una escuela y que cuando la terminara la iría a buscar para reunirnos con el padre'', recordó Darias, de 32 años, sobre el momento de la despedida en Cuba en abril del 2005. ``La idea de montarla en la embarcación nunca nos pasó por la cabeza, porque la quiero demasiado para poner en peligro su vida''.

Pero la suerte le jugó una mala pasada. El Servicio Guardacostas interceptó la embarcación donde viajaban cerca de Cayo Sal y sus 22 pasajeros fueron enviados al Centro de Detención de Nassau. En el grupo de detenidos figuraba el dentista David González Mejías, impedido también de salir de la isla a pesar de contar con visa estadounidense.

Tras permanecer por 10 meses en un limbo migratorio en Bahamas y ganar la batalla por la reunificación con su esposo en Estados Unidos, Darias celebrará este Día de las Madres con el más precioso regalo: el abrazo de su hija María Laura, quien arribó la víspera de Cuba.

''Ha sido horrible pasar por esto'', expresó la mujer abrazándose a la niña, que viajó sin acompañante en un vuelo fletado desde La Habana. ``No volveré a separarme de ella, nunca más''.

La noche del viernes Darias y Ihovani Hernández, el padre, recibieron a la niña con globos y muñecas en la sala de espera del Aeropuerto Internacional de Miami (MIA). Cuando María Laura concluyó el procesamiento de Inmigración y atravesó el salón de la mano de un funcionario, Darias estalló en lágrimas de emoción.

''Jamás pensé que iba a pasar tanto tiempo serparada de ella'', declaró la mujer. ``En mis cálculos, o llegaba a tierra o los guardacostas me enviaban a [el campamento] de Guantánamo y, cuando confirmaran la validez de mi visa, en unas pocas semanas pasaba a Estados Unidos..., pero Bahamas nunca estuvo en mi cabeza''.

El caso de los dos dentistas cubanos cobró resonancia internacional luego de conocerse que estaban retenidos en Bahamas a pesar de tener visas de inmigrantes. El pasado junio, Washington les otorgó una autorización especial para entrar y reunirse con sus familiares en territorio estadounidense, pero el gobierno bahamense no accedió a ceder la custodia hasta mediados de marzo tras insistentes llamados de congresistas y gestiones diplomáticas.

Darias llegó finalmente a Miami para reunirse con su esposo, quien había emigrado en agosto del 2003 con el propósito de desbrozar el camino familiar. Su arribo fue apenas el inicio de un nuevo reto: reclamar a María Laura, quien había quedado en el poblado de Perico, Matanzas, al cuidado de sus abuelas.

En pocas semanas la Oficina de Intereses de EEUU (USINT) ratificó el visado de la menor y las autoridades cubanas le concedieron el permiso de salida. La abuela paterna, Gisela Molina, había solicitado acompañarla, pero la USINT le negó la visa por considerarla una potencial inmigrante.
''Este es el día más grande de mi vida'', afirmó Hernández, que labora como electricista en Cape Coral.

Junto a ellos, integrando la comitiva de recibimiento, se hallaba el ingeniero exiliado Augusto Villalón, residente en Pines Island, quien desde el comienzo lideró la campaña para la liberación de los médicos y la reunificación familiar.

''Ellos pueden sentirse dichosos de estar ahora juntos'', opinó Villalón, que salió de Cuba en 1960. ``En otras épocas las familias se fragmentaban y había que esperar años y años para volver a reunirse, como sucedió a la generación de los Pedro Pan [los 14,000 niños enviados sin sus padres entre 1960-1962]''.

La familia va a residir en Cape Coral, pero permanecerá con familiares en Miami este domingo de celebración. Darias reconoce que este Día de las Madres marcará para siempre la vida familiar.

''Hasta hoy me sentía incompleta'', aseveró ella. ``Ahora es que comienza a restaurarse nuestra felicidad''.

Posted on Sun, May. 14, 2006
IVETTE LEYVA MARTINEZ

Especial para El Nuevo Herald

Hace 35 años el sacerdote cubano Alejandro López emprendió una cruzada contra la pobreza en el departamento de Choluteca, en Honduras, y desde entonces su peculiar obra ha transformado las vidas de miles de personas.

El padre Alejandro es el fundador de la Asociación San José Obrero, una organización privada de desarrollo orientada a generar empleos y que posee fábrica de guantes de trabajo, taller de muebles de madera, imprenta, clínica médica, programa de ecoturismo, instituto de capacitación técnica y proyectos de construcción y reparación de viviendas.

Su proyecto social tiene una importante base de apoyo en Miami, adonde viene dos veces al año desde hace dos décadas. Aquí recoge donaciones de ''todo lo que sobre en casa'' que luego usa con diversos fines en Honduras. A fines del año pasado, el padre Alejandro llevó 44 contenedores al país centroamericano, y ahora espera llevar menos de 40 a causa del creciente costo de los fletes.

Lo encontré en el estacionamiento de la iglesia St. Michael, rodeado de voluntarios e interrumpido constantemente por la llegada de donativos.

Habanero del barrio de Marianao, también se siente hondureño después de vivir 41 años en el país centroamericano y confiesa que ha perdido ``la rapidez y el alboroto de los cubanos''.

Estudiaba en el seminario San Alberto Magno de Colón, en Matanzas, cuando decidió solicitar su salida de Cuba para continuar estudios en Canadá. Corría el año 1961 y el ambiente ya estaba enrarecido en contra de la Iglesia Católica. ''Otros dos seminaristas y yo solicitamos la visa de turismo, pero se demoraba. Cuando explicamos nuestro verdadero objetivo, el gobierno cubano nos facilitó la salida de forma inmediata'', recordó.

Tras estudiar cuatro años en el Seminario de Misiones Extranjeras de Montreal, y ante la imposibilidad de regresar a Cuba, decidió seguir al sacerdote canadiense Marcelo Gérin, quien era obispo de Choluteca.

Llegó a Honduras en el año 1965, cuando la Iglesia estaba en pleno proceso de efervescencia por el Concilio Vaticano II. El joven cubano participó durante varios años en celebraciones de la Palabra de Dios en toda Centroamérica hasta que en 1971 fue ordenado sacerdote y destinado a la parroquia de San José Obrero en Choluteca, semiabandonada en una zona marginal.

''Pasé varios meses sin saber a ciencia cierta qué hacer. La gente venía a pedirme trabajo que yo no podía ofrecer, cartas de recomendación que yo no podía dar, porque nadie me conocía, en fin, todo tipo de ayuda'', relató.

Empezó a organizar un pequeño dispensario con las donaciones de la organización católica Caritas, pero pronto se percató de que enfrentaba un problema mucho más amplio y complejo. ''El problema del nivel de vida'', apuntó el sacerdote. ``Y recordé la Biblia: ganarás el pan con el sudor de tu frente''.

El padre Alejandro inició pequeñas empresas --de hierro forjado, de madera tallada-- que fracasaron rápidamente.

Consiguió las máquinas con una fundación de desarrollo en Tegucigalpa, obtuvo la materia prima, y se hicieron los primeros guantes después de descoser y examinar uno hecho en México. En esa fábrica trabajan actualmente más de 30 personas.

En 1972 el padre Alejandro fundó la Asociación San José Obrero, inspirada ''en el Evangelio de Jesús de Nazareno y en la Enseñanza Social de la Iglesia'' con el fin de erradicar la pobreza de ''forma práctica, participativa y autosostenible''. Además de presidir la organización, sigue oficiando como sacerdote de la parroquia de San José Obrero.

Prefiere lo que él llama la ''caridad promocional'' a la caridad asistencial, la práctica más extendida dentro de la Iglesia Católica.

''Creo que practicar solamente la caridad asistencial conduce a crear más dependencia y alienación, enseña a la gente a simular pobreza con tal de obtener ayuda de los sacerdotes'', consideró. ``En nuestros países ser pobres es una profesión y la gente quiere ser adoptada por un estado paternalista. En ese sentido, Cuba y Honduras, por distintos caminos, han llegado a convertirse en orfelinatos''.

Actualmente el Instituto de Capacitación Técnica de la Asociación, INCATEC, tiene 300 alumnos que estudian reparación de computadoras, computación, costura, refrigeración y aire acondicionado, entre otros oficios. Más de 15 mil jóvenes han pasado por sus aulas desde su creación en 1981.

Los equipos electrodomésticos dañados que se recogen en Miami sirven de material de estudio a los jóvenes de INCATEC, quienes aprenden a repararlos. Otros objetos son usados en el proyecto de viviendas de la Asociación, que en 23 años ha beneficiado a más de 6,000 familias de Choluteca. La mayor parte de las donaciones se vende y las ganancias se invierten en los diferentes proyectos.

''Nuestro trabajo aquí en Miami es un testimonio profético en contra del consumismo desenfrenado'', opinó el sacerdote. ``Es importante darle valor a las cosas, no tirar lo que puede servirle a otros''.

La mayoría de los donantes son cubanos de la tercera edad, y el padre Alejandro no esconde su deseo de recibir más apoyo tanto de los descendientes de exiliados cubanos como de hondureños y de otras comunidades.

''Me gustaría que la obra la continuaran los más jóvenes, y que el día en que me enferme o me muera los hondureños siguieran el trabajo'', señaló. ``La Asociación es una obra de fe''.

El padre Alejandro recogerá donaciones en la iglesia St Michael (2987 W. Flagler) hasta el 22 de mayo, y del 23 de mayo hasta el 4 de junio lo hará en la iglesia San Lázaro (4400 W 18 ave de Hialeah), de 8 a.m. a 7 p.m.

viernes, 12 de mayo de 2006

Posted on Sun, May. 07, 2006
By JOSE ANTONIO EVORA

El Nuevo Herald

¿Qué es lo que a primera vista atrae tan poderosamente en la pintura de Gina Pellón?

¿La profusión de colores? En parte, quizás. ¿Las volátiles figuras de un cuadro como Sala de esperas? Otro tanto.

Ninguna de esas cosas, sin embargo, explica por qué los lienzos ahora expuestos en The Americas Collection producen una extraña mezcla de embriaguez y turbación, como aquella Mujer con sombrero de Matisse, que luego se asoma en cada Flora de René Portocarrero. Aunque Matisse, y seguramente también Chagall, tienen altares en el templo de la pintora, lo más importante es cómo el apego a la libertad que la lanzó lejos de su país en 1959, a los 33 años, necesitaba un contrapeso, un no partir del todo, resuelto en lo que ella misma ha llamado llevarse el sol del trópico a París y Escandinavia.

Nacida el 26 de diciembre de 1926 en Cumanayagua, un poblado de la región central de Cuba, Pellón se graduó en la Escuela de San Alejandro, en La Habana, y luego se dedicó a impartir clases de pintura a niños. A raíz del triunfo de la revolución castrista en 1959, optó por una beca para irse a Francia, y como ni siquiera quedó entre los finalistas ni tenía dinero para pagarse el pasaje, según ella misma, se puso en contacto con una compañía naviera para agenciarse un boleto gratuitamente. ''Me dijeron que si llevaba 12 becados me lo darían, y me aparecí con 50'', dijo.

La estancia de los becados era por tres meses. Al cumplirse, Pellón no quiso regresar, lo que le valdría una reprimenda del agregado cultural de la Embajada cubana en París, el escritor Roberto Fernández Retamar. ``Me negué tajantemente, y desde entonces se hizo evidente mi oposición al gobierno''.

Ella y Guido Llinás, quien murió el año pasado víctima de un accidente, son los más notables pintores cubanos radicados tempranamente en Francia y con una carrera ennoblecida y engrandecida por la tenacidad.

La exuberancia cromática no molesta en los cuadros de Pellón porque ella sabe, sospecho que intuitivamente, armonizar la luz hasta en los excesos. Trabajar con capas de óleo superpuestas en las que luego escarba para sacar tal o cual color es una técnica más aprovechada en función del equilibrio cromático que de la representación. Ante la pieza terminada, el espectador no se enfrenta tanto a la obra misma como al vehículo del que se ha servido la artista para levantarle otro velo a una memoria revuelta entre un país perdido y una vida ganada. Formas y colores cristalizan en un sedimento hecho de nostalgia y libre albedrío. Se siente tanto el peso de este último, que la nostalgia pasa por archivo más que por melancolía.

Este equilibrado antagonismo reaparece en las tensiones figuración-abstracción que animan las recurrentes mujeres de sus cuadros. Se dirá que la figuración siempre gana, pero ahí está la trampa: el que de veras prevalece, sólo que subrepticiamente, es el lenguaje abstracto. El recuerdo, después de todo, es una abstracción, por muy concretas que sean las cosas que lo hayan inspirado. Será por eso que Sala de esperas explica tanto a la artista. Ahí se nota como en ningún otro el imperio de la ambigüedad; un pintar a tientas en cuyo auxilio viene el derroche de luz.

Por mucho que recuerden en lontananza aquellas reposadas damas de los balcones de Manet y Mary Cassatt, y hasta los de Goya, las mujeres de Le Balcon Bleu (2004) siguen ancladas en Cuba y demuestran, de paso, que es posible insinuar la cubanía más allá del color local. Sobre ellas arrojan una luz difusa los mediopuntos de Amelia Peláez, sólo que ahora, lejos de funcionar como ''distinción'' pintoresca y reduccionista, los colores atomizados de Pellón enlazan la cubanía con el mundo desde una perspectiva íntima y cosmopolita. Ninguna niega a la otra; de hecho, se complementan.

A juzgar por su currículo, Gina Pellón no exponía en Miami desde 1998. En estos años ha paseado su obra desde Australia hasta Noruega y desde Caracas hasta Venecia, sin contar, por supuesto, Francia. Hay que agradecerle a The Americas Collection haberla traído de nuevo con una muestra de su trabajo reciente, cuyo saldo puede resumirse en tres palabras: vitalidad, emancipación y talento.

'Obra reciente de Gina Pellón'. Sala principal de The Americas Collection, 2440 Ponce de León Blvd., Coral Gables. En el segundo salón se expone 'Drawn From Poetry', de Mario Bencomo. Ambas hasta el 31 de mayo. De lunes a viernes, 10:30 am a 5:30 pm; sábados, 12:00 m. a 5:00 pm. Domingos por cita previa: (305) 446-5578.

Posted on Sat, May. 13, 2006

RUI FERREIRA

El Nuevo Herald

PEDRO PORTAL / El Nuevo Herald

Escuche el discurso de Rivero

La graduación de ayer en la Universidad de Miami (UM) tuvo este año un detalle particular. Recibió por primera vez a un disidente cubano y le rindió homenaje a la prensa independiente de la isla entregando un doctorado Honoris Causa en Letras y Humanidades al poeta Raúl Rivero, quien fue perseguido y encarcelado en Cuba por sus actividades opositoras.

Rivero ''tuvo un papel clave en la lucha por una prensa libre y fue preso en una infame redada contra la disidencia. Aun así, siguió escribiendo e, incluso, recibió el premio de periodismo Guillermo Cano'', dijo ayer la rectora Donna Shalala, al explicar el otorgamiento del galardón al poeta cubano ante una audiencia de 2,000 personas entre estudiantes, sus familiares y profesores.

Una estudiante, Stephanie Martínez, quien presidió hasta ahora la Federación de Estudiantes Cubanos de la Universidad de Miami, dijo que no podía haber mejor orador en la ceremonia de entrega de diplomas que Rivero.

''Tenemos que admirarlo; para nosotros es un honor tenerlo hablando en nuestra graduación. Fue un buen regalo. Todos los estudiantes lo reconocemos y homenajeamos'', dijo la joven.

Rivero fue más pausado cuando les habló. Dirigió los homenajes a sus compañeros de lucha y los presos en Cuba, y reclamó para sí el rol de uno más en el periodismo independiente cubano.

''No es que yo vaya a encender aquí ante ustedes ahora la hoguera de las vanidades que nos mostró un día Tom Wolfe y a disimular con torpeza, demagogia y retórica municipal la labor que me propuse hacer en este momento oscuro, amargo y luctuoso de la libertad de expresión en nuestra patria'', dijo el poeta en un discurso en español, que fue seguido por la asistencia a través de unos paneles televisuales que proyectaban su imagen con subtítulos.

Es más, ''se trata [...] no de quitármela de encima como una prenda incómoda, sino de compartirla con nuestros amigos y hermanos que trabajaron, siguen trabajando por esos sueños y, sobre todo, con los que permanecen en las cárceles y la necesitan como amparo, como alimento espiritual y como signo de una esperanza invencible'', enfatizó.

Rivero describió la evolución de la prensa independiente en la isla con la creación de talleres de perfeccionamiento profesional, ''cursos primitivos de técnica y redacción de idioma español y de lengua inglesa'', concursos literarios, con el objetivo de ``abandonar la pobreza del vocabulario y asumir con destreza la función de informar y opinar con libertad''.

[El reconocimiento] ''lo recibo con alegría y complacencia en el plano personal, es verdad, pero sé que cuento con la indulgencia de ustedes y con su confabulación para permitirme compartir este honor con todos los que comenzaron allá un complejísimo y extraño viaje de regreso al futuro en la búsqueda de lo mejor de nuestro periodismo republicano'', agregó.

Posted on Fri, May. 12, 2006

WILFREDO CANCIO ISLA

El Nuevo Herald

El activista exiliado Eusebio Peñalver Mazorra, pionero de la resistencia armada contra el gobierno de Fidel Castro, falleció ayer víctima del cáncer en un hospital de Miami. Tenía 69 años.

Peñalver, quien cumplió 28 años en las cárceles cubanas sin someterse al régimen de reeducación penal, llegó al exilio tras su liberación en 1988 y desarrolló desde entonces una intensa labor en defensa de los presos políticos y por la democratización de la isla.

''En Peñalver se encontraba siempre el valor, la entereza y la amistad'', dijo anoche Angel De Fana, ex prisionero político y director de la organización Plantados. ``Su nombre quedará inscrito como un insigne patriota de la historia de nuestra patria''.

De Fana y Peñalver figuraron entre los fundadores de Plantados, un grupo de destacados ex prisioneros políticos cubanos que desde 1997 desplegó numerosas campañas contra el régimen castrista.

Nacido el 1 de julio de 1936 en Ciego de Avila, en el centro de Cuba, Peñalver se integró en su juventud al Movimiento ''26 de Julio'' con el fin de derrocar al régimen de Fulgencio Batista y en 1958 se alzó en la región del Escambray.

Al triunfo de la revolución de 1959 ostentaba los grados de teniente del Ejército Rebelde, pero su decepción con el proceso liderado por Castro fue prácticamente inmediata.

A mediados de 1960 retornó al Escambray como uno de los principales jefes de las guerrillas que promovieron el enfrentamiento armado, pero fue hecho prisionero pocos meses después y condenado a 30 años de cárcel.

Tras un prolongado presidio como ''plantado'', Peñalver fue excarcelado y enviado en un avión rumbo a Estados Unidos, en 1988, sin permitírsele un encuentro de despedida de sus ancianos padres.

En el exilio no cesó en sus denuncias contra el gobierno cubano, condenándolo incluso por ''los atropellos contra la población negra'' de la isla.

''No tengo palabras para describir todo lo que me hicieron en la cárcel no sólo por luchar contra el régimen, sino por el color de mi piel'', confesó en el 2003.

Al morir, era presidente de la agrupación Unidad Cubana.

En un discurso del 1 de mayo, Castro se refirió a Peñalver como un connotado terrorista, acusándolo de planear acciones bélicas desde territorio estadounidense.

Lo sobrevive su esposa Francis, con quien contrajo matrimonio hace tres años. No tuvo hijos.

El cadáver de Peñalver será expuesto mañana, desde las 12 del mediodía, en la funeraria Caballero Rivero Woodlawn de la Calle 8 y la 34 Ave. El domingo habrá una ceremonia religiosa en la capilla de esa funeraria.

Rafael Rojas: “Cuba necesita memoria y reconciliación”

Considerado uno de los más prestigiosos jóvenes historiadores hispanoamericanos, Rafael Rojas aúna en Tumbas sin sosiego tanto rigor, como conocimiento y pasión. Sabe que su libro va a irritar a todos, a los cubanos de dentro (por los horrores que describe sin estridencias), y a los “gusanos” de Miami, por creer en una salida a la dictadura castrista “no violenta ni revanchista”.
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Está a punto de llegar a España, así que desde México (donde vive desde 1991), Rojas confiesa que sí, que sabe que este libro “y, en general, mis posiciones molestan, sobre todo, a la clase política de la isla por la centralidad que tiene en mi trabajo la crítica del orden totalitario, marxista-leninista, primero, y nacionalista-castrista, después, que desvirtuó la cultura moderna de la Revolución. En el exilio sólo se irritan pequeños sectores que no quieren dejar atrás el anticomunismo de la Guerra Fría y que aún le apuestan a una solución violenta y revanchista al problema cubano. A unos y otros les incomoda la crítica de ese régimen de partido único y caudillo eterno, que personifica Fidel Castro, articulada desde un discurso incluyente, flexible, y desde la experiencia de un intelectual nacido y educado en la isla después de 1959”.

Un intelectual licenciado en Filosofía por la Universidad de La Habana y Doctor en Historia por el Colegio de México, que en Tumbas sin sosiego recorre las trayectorias vitales y literarias de un buen puñado de intelectuales a los que, aquí y ahora, retrata. Son, por ejemplo, Lezama Lima (“Monarca de la literatura, que edificó su propio reino con imágenes asombrosas y lecturas rarísimas, en el corazón de La Habana, a mediados del siglo XX. Un creyente de la poesía como saber y como redención, que buscó siempre, por medio de amistades y revistas, la fundación de alguna comunidad intelectual”); Alejo Carpentier (“Narrador moderno por excelencia, consciente de que la novela contemporánea debía ser una reescritura de la historia”) y Virgilio Piñera (“La entrega a la escritura como liberación moral y como testimonio del absurdo cotidiano”).

La prosa, refugio del exiliado.

También se detiene en Cintio Vitier: (“El más laborioso y refinado pensador de la poesía que ha dado Cuba. Su labor como clérigo de la Revolución es y será muy criticada por los demócratas cubanos”); Guillermo Cabrera Infante (“Elevó el castellano hablado en Cuba al gran estilo de la literatura occidental. Otro moderno que, a diferencia de Carpentier, entendió la narrativa, no como reescritura, sino como parodia de los dramas históricos. La buena prosa era, para Cabrera Infante, el refugio del exiliado”); Heberto Padilla (“Fue el primer poeta cubano que se atrevió a nombrar los horrores del estalinismo en la isla. El que resumió su poética en estos versos libertarios: “Di la verdad./ Di, al menos, tu verdad./ Y después/ deja que cualquier cosa ocurra:/ que te rompan la página querida/ que te tumben a pedradas la puerta”), Reinaldo Arenas (“Vida y cuerpo entregados a la escritura, en la tradición de Piñera. La vida de Arenas, en la isla y en el exilio, es una suerte de martirio profano”) o Raúl Rivero (“Poeta con los ojos abiertos a su realidad, en la tradición de Padilla, pero también de Nicolás Guillén y Eliseo Diego. Cronista atento y piadoso del deterioro físico y moral de las ciudades cubanas en las dos últimas décadas. Es el escritor más importante con que cuenta el exilio cubano en la actualidad”).

–¿Qué va a pasar con la intelectualidad de la Isla cuando se produzca la transición a la democracia?

–Cuando se inicie la transición a la democracia, los intelectuales de la Isla, hayan sido leales, silenciosos o críticos, intervendrán en una nueva esfera pública, abierta y tolerante, donde rija la libertad de asociación y expresión. En ese nuevo orden democrático se recompondrán muchas identidades ideológicas y políticas –de hecho, esa recomposición ya está produciéndose–, con el riesgo, siempre inevitable, de que se den casos de lavado de memoria. Lo peor sería, como ha sucedido en tantos países europeos y latinoamericanos, que el tema de la justicia quede varado y no se resuelva de una u otra forma, ya sea por medio del procesamiento judicial de crímenes del pasado –en la Isla y en el exilio– o por medio de una institución especial que trace una política inteligente de memoria y reconciliación.

–¿Y Miami?

–El exilio cubano deberá jugar un papel fundamental en la democratización de la Isla, como agente de la reconstrucción económica del país y como sujeto portador de una experiencia cultural y política moderna. Pero esa intervención, si quiere superar rencores y prejuicios, tendrá que ser respetuosa de los actores de la Isla, provengan éstos de la oposición o del gobierno. Desde el punto de vista cultural, una condición de la futura democracia cubana sería el reconocimiento pleno de la gran obra intelectual del exilio.

–¿Por qué el gobierno cubano recuperar ahora parte de la obra de alguno de los autores silenciados?

–Desde 1992, cuando la desaparición de la Unión Soviética obligó al gobierno cubano a dar un giro hacia el nacionalismo, el Ministerio de Cultura de la isla inició una labor de recuperación de algunas zonas de la literatura republicana y exiliada. Esas zonas corresponden a la obra literaria, no política, preferiblemente anterior a la Revolución, de algunos autores como Gastón Baquero, Lydia Cabrera, Lino Novás Calvo, Jorge Mañach y Eugenio Florit. Además de selectiva, esa arqueología es despolitizadora, ya que en todos los casos se escamotea la fuerte identidad anticastrista de aquellos intelectuales. Por no hablar de opositores y exiliados más recientes de las generaciones postrepublicanas, como Cabrera Infante, Padilla, Reinaldo Arenas, Jesús Díaz, Eliseo Alberto o Zoé Valdés, quienes han sido borrados de la literatura cubana contemporánea.

Confuso fin de régimen.

–¿Cómo logrará Cuba esa nueva energía cívica, sin la que no será posible la transición a la democracia?

– Tu pregunta se refiere a otra de las paradojas de este prolongado y confuso fin de régimen que estamos viviendo los cubanos. Aunque desde 1992 el gobierno ha centrado su legitimación ideológica en el nacionalismo revolucionario, la cultura de la isla y la diáspora, por diversas razones, rechaza el nacionalismo. A mi entender, ese rechazo tiene sus ventajas, pero, también, sus inconvenientes a la hora de construir un nuevo orden democrático. En países postcoloniales como Cuba, el patriotismo sigue siendo la energía cívica primordial de una cultura política republicana. Para que la ciudadanía se involucre en el cambio es indispensable una “mínima moralia” pública, como decía Adorno, que identifique a la comunidad.

–Escribe que cualquier salida del laberinto de la soledad cubana pasa por la democracia, pero... ¿qué papel puede desempeñar Hugo Chavez?

–El respaldo de Hugo Chávez al régimen de Fidel Castro es fundamental para la prolongación de la vida de ese viejo y moribundo artefacto de la Guerra Fría. Estamos hablando de casi 100.000 barriles de petróleo diarios que cubren, como antes la Unión Soviética, el 60% de las necesidades energéticas de Cuba. Sin embargo, como sabemos, se trata de un respaldo coyuntural porque Caracas no es Moscú, el chavismo tiene techo de vidrio y Castro cumplirá 80 años el próximo 13 de agosto.

–¿España puede servir de ejemplo para esa transición?

–Acabo de leerme El camino a la democracia en España de Álvarez Tardío y sólo se me ocurre decirte: ojalá, ojalá que la ordenada y pacífica transición española sirva de modelo para Cuba. Pero me temo que, más allá del ascendente gallego de ambos dictadores, no hay suficientes semejanzas entre franquismo y castrismo como para esperar, en la Isla, un cambio de régimen y una consolidación democrática tan ejemplares.


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Alex Mateo de Acosta/El Nuevo Herald
La musica y la diveresion tienen un nuevo local en 'Llega y Pon"

By ERWIN PEREZ
Especial/El Nuevo Herald
En sólo cuatro meses se ha convertido en una alternativa atractiva en la vida nocturna local, con bastante vida artística, tanto arriba como abajo del escenario.

Ansiosos de diversificarse como empresarios, José Luis Castro y Raúl Delatorre decidieron hace un tiempo instalar un club nocturno. Buscaron un sitio en la Calle Ocho. Intentaron primero donde funciona la librería La Moderna Poesía, más al oeste de la altura de Le Jeune, pero por distintos motivos no pudo ser allí. Entonces, alguien les habló de un local de oficinas vecino al Teatro Trail, conocido por las comedias que Armando Roblán presentó durante años.

''Queríamos vender tapas y vino'', recuerda Castro, llegado de Cuba hace 11 años. La exitosa dupla empresarial --posee una flota de camiones-- fue dando forma a su sueño poco a poco, con silencio y humildad. ¿Qué nombre le pondrían? Debía ser un título chispeante. Se les vino a la mente un barrio habanero (San Miguel del Padrón) al que, por recibir a provincianos que muchas veces carecían de recursos materiales, se rebautizó como Llega y Pon.

Llega y Pon, el miamense, el restaurante, abrió sus puertas el 13 de enero de este año, y en tan poco tiempo ha logrado convertirse en una alternativa atractiva para la vida nocturna local. Allí se puede disfrutar de algo más que tapas y vino. También ofrece platos tradicionales de la comida criolla y bastante, bastante vida artística. Esto se ve tanto debajo como sobre el escenario. Hay espectáculos casi todas las noches que abre sus puertas (de miércoles a domingo).

''Es un lugar fresco, original'', manifiesta su relacionista público y ''director artístico'' --como se autotitula-- Ernesto Pino, el mismo que personifica a un lector de noticias tartamudo en el programa Seguro que yes de Alexis Valdés. Buena cuota de la ''frescura'' está puesta por la suerte de cantante estable del local, Daya, la esbelta intérprete que suele hacer los coros de Manolín, ''El Médico de la salsa''. Y todo hace pensar que fue un acierto darle la oportunidad de ser el centro de la escena.

Ya sea por su condición de isleños o por su cercanía al mundo portuario --sus camiones transportan productos arribados al Puerto de Miami--, Castro, el más involucrado en el día a día del restaurante, y Delatorre se inspiraron en el mar para definir la estética de Llega y Pon. En la decoración hay varios elementos marinos, pero los principales son el logo que sirve de telón al escenario, la tapa de un barril, y el pirata de tamaño natural, que marca la entrada al área de los baños.

A la hora de hablar de la comida, Castro destaca la tapa Llega y Pon, integrada mayormente, dice orgulloso, por productos españoles. También sobresalen, según su codueño, los postres. Un equipo de diez empleados --todos cubanos-- se afanan por dar un buen servicio en este espacio, cuya capacidad máxima de comensales es de un centenar.

Pero, lo dicho, uno de los imanes de Llega y Pon es el tema farándula. La presencia constante entre el público de artistas de la categoría de Alexis Valdés, o de cantantes como Raúl del Sol, además de otras figuras del mundillo artístico cubano, han ido dándole renombre. Para el alma de Seguro que yes (Canal 41) este local propicia una atmósfera de encuentro ''entre el público y los artistas''. Valdés, claro, señala la importancia de su protegido Pino en el desarrollo del local.

A fines de la semana pasada, por ejemplo, celebró allí su cumpleaños la periodista Yosie Galindo, también del 41. Mientras Daya cantaba y mostraba su histrionismo sobre el escenario, en las mesas se divisaban caras conocidas por doquier: Valdés, el periodista Mario Vallejo (Canal23/Univisión), el dúo de cantantes Carlos y Marta; celebridades de la Cuba de hace unos lustros como la locutora Gretchen Galindo (madre de Yosie), o ''El padrino'', ex vocalista de la orquesta de Elio Reve. Tampoco faltó el deporte, en la presencia del pelotero Rey Ordóñez.

Trabajador de la construcción, como contaría luego, ''El padrino'' subió a escena en un momento y encantó con rapidez. ''El 90 por ciento de los que estamos aquí somos cubanos; la cubanía se puede derrochar'', comentó, micrófono en mano, vestido de blanco. Bien plantado, de voz todavía poderosa, ''El padrino'' aderezó su arte con humor: ``No me avergüenza decir que trabajo en la construcción; trabajé en el Puente de Le Jeune y Ockechobee, y si un día pasan por ahí, háganlo tranquilos, que ese puente lo hice yo''.

El veterano cantante podría integrar el elenco de artistas de Llega y Pon cuenta Pino, que va de allá para acá conversando con clientes. Del Sol, Annia Linares --programada para hoy viernes--, Manolín --que cantará allí el sábado--, Alexis Valdés --presente los viernes de mayo-- y otros más están el team.

Nadie se mueve de sus asientos y Castro infla el pecho orgulloso ante la calentura del show. ''Aquí, además de una comida de buena calidad, la gente tiene su bohemia garantizada, escucha y ve a buenos cantantes, a veces baila'', sostiene, y finalmente lo dice con todas las letras: ``Me siento realizado''.

Llega y Pon, 3717 SW 8 St., Coral Gables, teléfono (305) 446-0902. Abierto de miércoles a domingo, de 5 p.m. a 2 a.m. Parqueo propio, shows todos los días.

erwin@erwinperez.com


miércoles, 10 de mayo de 2006

Posted on Wed, May. 10, 2006

WILFREDO CANCIO ISLA

El Nuevo Herald

La vedette Blanquita Amaro, la bolerista Olga Guillot, el arquitecto Nicolás Quintana, el periodista Agustín Tamargo y el pelotero Orestes Miñoso figuran en una abultada lista de personalidades que recibirán mañana un homenaje del exilio cubano.

Setenta y tres octogenarios que enaltecieron la república de Cuba mediante sus aportes en la política, las ciencias, la enseñanza, las artes, el activismo cívico, el periodismo y los deportes, recibirán mañana la Medalla Nacional de Excelencia durante una velada cultural en Miami.

El acto se efectuará este jueves, a las 8 p.m., en el Teatro Manuel Artime, 900 SW 1 St. de La Pequeña Habana, con entrada libre al público.

''Para un pueblo que ha perdido su patria es importante resaltar aquellos valores que enorgullecen la nación cubana'', expresó el abogado Rafael Peñalver, presidente del Instituto San Carlos (ISC) de Cayo Hueso y coordinador de la iniciativa.

La distinción, auspiciada por el ISC, fue instituida para premiar a personas cubanas y no cubanas que dieron un trascendental aporte al desarrollo de la sociedad republicana (1902-1958) y continuaron ejerciendo una labor honrosa a lo largo de sus vidas.

Esta será la tercera vez que se concede la distinción, que desde su primera entrega en 1999 ha reconocido a unas 150 figuras del quehacer político, científico y sociocultural en las cinco décadas de la Cuba republicana.

El comité seleccionador del premio --integrado por siete reconocidos intelectuales y académicos-- valoró las numerosas nominaciones recibidas desde varias ciudades de Estados Unidos y países como Australia y Suecia. La convocatoria del ISC es abierta a todo el pueblo cubano. Tres de los premiados murieron hace poco: la educadora Esperanza Varela, el pintor José Mijares y el doctor Otto García.

La velada de premiación se iniciará con una invocación de monseñor Agustín Román, obispo auxiliar emérito de la Arquidiócesis de Miami, e incluye un programa musical de contenido patriótico, a cargo del novel violinista Angel Enrique Pardo y de la conocida pianista Olga Díaz.

En nombre de los homenajeados hablará Olga Guillot.

''Esta es una ocasión privilegiada para presenciar la historia viviente y resaltar la cubanía'', observó Peñalver.

Los organizadores planean extender las próximas convocatorias a la labor desarrollada por cubanos prominentes en el exilio, con un criterio amplio de sociedad civil y nación.

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