Diario Las Americas
Por Beatriz Parga
Los esposos cubano-estadounidenses Emilio (d) y Gloria Estefan (i) agradecen mientras reciben su estrella tras ser honrados con una de éstas en el bulevar respectivo en Las Vegas, Nevada (EEUU). EFE
“Por fin nuestras estrellas van a estar juntas, una al lado de la otra”, comentó para esta columna el gran productor cubanoamericano Emilio Estefan minutos antes de descubrir su estrella en Las Vegas, justo al lado de su esposa, la cantante Gloria Estefan. Su vecino más cercano, un ídolo de la canción que ambos admiran: el legendario Frank Sinatra.
Estefan destacó que nunca imaginó tener una estrella en la Meca del espectáculo en los casinos y le parece que fue ayer cuando viajó por primera vez a la ciudad llamada por el brillo de sus luces “La Estrella del Desierto”.
A lo largo de su carrera Gloria ha cantado varias veces en esta ciudad mágica que incialmente se limitaba a la atracción de los casinos y hoy en día se ha convertido en un favorito de vacaciones para las familias, con las maravillas arquitectónicas que ofrecen los hoteles, que incluyen ambientaciones que parecen transportar al visitante a lugares tan remotos como la antigua Roma, París, las pirámides de Egipto y los canales de Venecia. “Siempre nos ha gustado venir a Las Vegas”, confiesa Emilio, quien aprovechó la ocasión para compatir con familiares y amigos que fueron a acompañarlo un fin de semana muy entretenido para celebrar su estrella en la ciudad que no duerme. Si alguien ve a los Estefan corriendo por South Beach para mantenerse en forma, y por alguna razón reflejan en su cara la falta de sueño, ya saben que esto se debe a su viaje a la “Ciudad que no duerme”.
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Nijinsky, en Nueva York, entre 1910-1912, leyendo una partitura; más arriba, el delgado Virgilio Piñera, casi fuera de cuadro por efecto del corpulento Alejo Carpentier; a la derecha, un dibujo de José Martí y, en el centro, sus padres, en otro añejo marco. Son fotografías que Abilio Estévez (La Habana, 1954) contempla en la pared de la sala en la que escribe, obrador de donde acaba de salir El bailarín ruso de Montecarlo (Tusquets), cuarta novela tras la aclamada trilogía encabezada por Tuyo es el reino (1999). La historia del experto en el libertador José Martí de visita a España para una conferencia y que arrastra (uno de los hallazgos del relato) la imagen recurrente en sus recuerdos de un amigo bailarín ensayando en un hotel desvencijado está llamada a señalar un recodo en el camino literario del autor cubano...
Una de las labores fundamentales del exilio cubano es preservar la obra hecha en el exilio en todos los campos de la creación y el pensamiento. Servirá cuando Cuba alcance la libertad, la democracia y la justicia para restablecer nuestros valores y la continuidad histórica, cultural, artística y política que el totalitarismo castrista ha interrumpido y negado policialmente con la imposición de una falsa y adulterada historia y cultura concebidas para instaurar sus espurios fines políticos y propagandísticos. 
