Por Manuel Cereijo
Publicado el 05-13-2013
Es triste, si, pero es cierto. A los cubanos nos han descubanizado, tanto en Cuba como en el exilio. El fenómeno del exilio cubano, social, político, económico, que fue sorprendente y ejemplarizante, ya se vislumbra como algo histórico. Desde la música, la radio, la TV, los medios periodísticos, deportivos, académicos, profesionales, políticos, empresariales, ya somos vistos, tratados, como parte de ese conglomerado clasificado como “hispano”, que junto a los “negros”, “asiáticos”, y “anglos”, forman parte de esa mezcla que compone a este país.
Esto, desde luego, es culpa directa de Castro y su sistema. Nosotros, simple y sencillamente, no tenemos patria en estos momentos. Nos han quitado todo, menos nuestros mártires y nuestra dignidad. Y, los cubanos en Cuba, han ido sufriendo una metamorfosis social, antropológica, que los ha descubanizado, si tomamos como referencia a lo que ser “cubano” significaba ya desde los 1930s hasta 1959.
Porque el pueblo cubano actual no tiene ni los mismos valores, ni las tradiciones, ni la idiosincrasia, que ese “cubano” que podemos tomar como referencia. Tantos años de opresión, de adoctrinamiento, de amoralización, de sometimiento diario en todos los aspectos, han tenido un efecto avasallador en la personalidad y carácter del cubano. El cubano no sabe, porque no lo ha vivido, lo que es democracia, división de poderes, prensa libre, capitalismo, derechos, libertad.