Sábado 25 de octubre de 2008
Diario de Quinatana Roo
Por ROGER TOLOZA MORA
CHETUMAL, Quintana Roo.— Cuatro de 10 balseros cubanos que recalaron en las costas de Honduras fueron engañados por traficantes de seres humanos.
A los cubanos les cobraron tres mil dólares para llevarlos a la frontera con los Estados Unidos, pero fueron abandonados en la comunidad de Bacalar, lugar donde agentes policíacos estatales los aseguraron y trasladaron al Instituto Nacional de Migración (INM).
Alrededor de las 9 de la mañana de hoy sábado, agentes policíacos fueron informados que en las afueras de la iglesia de Bacalar se encontraban cuatro personas que hablaban con acento cubano, por lo que los oficiales se trasladaron al lugar.
Al llegar ahí, detuvieron a los indocumentados, quienes dijeron llamarse Rafael González Vega, de 30 años, Sebastián García Rodríguez, de 24, y los hermanos Ángel Ernesto y Juan Carlos Bejarano Morales, de 44 y 46 años, respectivamente.
González Vega dijo que desde el día 2 pasado, junto con los otros tres antes mencionados y seis sujetos más, abandonaron su país. Zarparon de Manzanillo, en una embarcación construida por ellos mismos, pero 10 días después los dos motores se rompieron, quedando a la deriva.
Agregó que también se quedaron sin comestibles, sobreviviendo los últimos 11 días tomando agua de la lluvia que lograban recolectar, hasta que el jueves pasado tocaron tierra firme en Honduras, lugar donde, al caminar sobre una carretera, dos sujetos en una camioneta color rojo les pidieron tres mil dólares a cambio de llevarlos a la frontera de México con Estados Unidos.
Detalló que fueron engañados, ya que los polleros los abandonaron en Bacalar, muy lejos de la frontera.
“Nos dijeron: ya llegamos, esta es la frontera con Estados Unidos; ahora sólo váyanse a dormir a la iglesia que está allá y mañana ven cómo cruzar la frontera. Sin embargo, cuando amaneció, unos señores nos dijeron que estábamos en Bacalar”.
Los cuatro balseros cubanos presentaban cuadro crítico de deshidratación y enfermedades cutáneas, así como quemaduras ocasionadas por la sal del mar.
Después de que se les brindó alimentación y de ser certificados por el medico en turno de la Dirección de la Policía Estatal Preventiva, los cubanos fueron entregados a las autoridades de la estación migratoria de Chetumal, donde las autoridades les darán un plazo de 30 días para que abandonen México.