Por Luis de la Paz
Diario Las Américas
Es grato sentarse a conversar con Modesto Arocha (que se siente relajado cuando se le llama por su apodo Kiko). Con sentido práctico y crítico, se refiere a su vida, a su condición de testigo y protagonista de momentos de euforia y también de frustración en Cuba, primero apoyando al castrismo, luego repudiándolo; más tarde dejando atrás su carrera de ingeniero eléctrico, para convertirse, ya en el exilio, en editor de libros, especialista en computadoras y páginas en la internet.
Poseedor de un agudo y sutil sentido del humor (tan es así que es autor de un libro de chistes), la conversación nos lleva a puntos claves en su vida...