Luis Diego
Quizás para muchos compatriotas este comentario sea totalmente nuevo como lo fue para mí por mucho tiempo. Nunca me dijeron en la escuela que nuestro himno tenía más estrofas que la que conocía, y estoy casi seguro que para muchos más esto que voy a comentar es totalmente desconocido.
Soy profesor de guitarra y siempre estoy detrás de algo diferente para impartir a mis alumnos. Hace poco me fui al internet en busca de varios himnos que quiero mantener en mi repertorio, y me encuentro en más de un sitio la original letra del himno cubano.
La Bayamesa, como se titula dicha melodía, fue compuesta por Pedro Perucho Figuero en 1867, y arreglada musicalmente por Muñoz Cedeño. Fue estrenada en Bayamo el 11 de Junio de 1868, con seis estrofas que aparte del llamado a lucha, hace referencia a los abusos cometidos por los españoles durante el sometimiento a la corona. Después en 1902, cuando comienzan las funciones del nuevo gobierno de la República, se censuraron cuatro de ellas para no herir la sensibilidad de los ibéricos.
Esto me ha motivado a escribir a cubanos sin fronteras. Pienso que en nueva Cuba después de Castro debemos integrar la letra original de nuestro himno, sin tener que pensar en la sensibilidad de los españoles, ya que ellos jamás nos han respetado y mucho menos han tratado de no herir nuestra sensibilidad. Pienso que si no sabemos respetarnos nosotros mismos, mucho menos podemos esperar que los otros nos respeten. Pienso además que alguna responsabilidad debe pagar España por toda la complicidad que ha tenido en estos años de dictadura comunista en nuestro país. Si no lo hacemos no nos estamos dando valor, y peor aún, censurando un himno que nos dejo como legado un gran patriota que no se merece que manchemos su memoria para no herir a aquellos que no les ha importado nuestro dolor.
Muy agradecido por la atención
Luis Diego
Hialeah USA
¡Al combate corred Bayameses,
que la patria os contempla orgullosa;
no temáis una muerte gloriosa,
que morir por la patria es vivir!
En cadenas vivir es vivir
en afrenta y oprobio sumido.
Del clarín escuchad el sonido;
¡a las armas, valientes, corred!
No temáis; los feroces Iberos
son cobardes cual todo tirano
no resisten al bravo Cubano;
para siempre su imperio cayó.
¡Cuba libre! Ya España murió,
su poder y su orgullo ¿do es ido?
¡Del clarín escuchad el sonido
¡¡a las armas!!, valientes, corred!
Contemplad nuestras huestes triunfantes
contempladlos a ellos caídos,
por cobardes huyen vencidos:
por valientes, supimos triunfar!
¡Cuba libre! podemos gritar
del cañón al terrible estampido.
¡Del clarín escuchad el sonido,
¡¡a las armas!!, valientes, corred!
Lamento su aptitud crítica con los actuales españoles pero creo que carece de mas puntos de vista e información, quizás mediatizado por el país en el que vive donde, lamentablemente, siempre será un ciudadano de segunda, caso contrario a lo que sucede en España con los cubanos se lo puedo asegurar, como asegurarle que el bloqueo a la isla ha sido el motivo de la inmovilidad política que ha sufrido y todas las consecuencias que eso conlleva incluidos los desdichados balseros.
ResponderEliminarPosiblemente el dato que le voy a proporcionar le parezca lejano a sus argumentos pero en Cuba no es el hambre que les impulsa a salir y en cambio, en el sur de España en los últimos diez años se han contabilizado 1.847 personas dadas por muertas, 759 ahogados y superan los cuatro mil que llegan a las costas en viajes de mas de trescientas millas que las mafias usan.
Reciba un cordial saludo de
Ramón Blasco
Su reseña contiene un pequeño error: el himno nacional no se cantó por primera vez el 11 de junio de 1868. En esa fecha se tocó la marcha por primera vez como parte de una misa solemne en la Iglesia Mayor de Bayamo con motivo de la fiesta de Corpus Christi. Cuando era niño en Cuba, leí que entre los dignatarios españoles asistentes a la misa, alguien comentó que aunque él no sabía mucho de música, no le parecía que fuera un himno religioso. Los versos del himno fueron escritos y cantados por primera vez el 20 de octubre de 1868 después de la capitulación de Bayamo.
ResponderEliminarUn abrazo,
Juan R. Pollo