Por: Iván García Quintero
Sahily, 25 años, ya tiene lista la maleta. Después de dilatados trámites, en los próximos días viaja a Angola con un contrato de trabajo por dos años. Junto con su novio, residente en un país centroamericano, ha planeado un largo periplo que finalmente le permita recalar en Estados Unidos.
Angola es solo una 'escala técnica'. Unos meses más tarde, se encontraría con su novio en un polvoriento caserío fronterizo con México. Allí termina el periplo legal.
Tras pagar miles de dólares, ya en territorio mexicano, la pareja intentaría cruzar la frontera. Si todo sale según lo planificado, esperan celebrar el Día de Acción de Gracia cenando pavo con unos parientes que viven en Estados Unidos. "No nos saldrá barato y es peligroso. Pero es nuestra apuesta de cara al futuro", confiesa Sahily.
Créanme: no son pocos los cubanos que cada año hacen, proyectan, planes similares. Algunos lo logran, otros no.