Reuters
Por Robin Emmott
LAREDO, EEUU (Reuters) - Estados Unidos ha vuelto más severa la seguridad en la frontera con México y ha deportados a inmigrantes ilegales, pero un grupo hispano es bienvenido en los pasos fronterizos: Los cubanos que escapan de la isla comunista.
A diferencia de inmigrantes del resto de América Latina, que atraviesan montañas y desiertos para entrar a Estados Unidos, los cubanos sólo tienen que llegar y solicitar asilo político para que se les permita el ingreso.
Con la Guardia Costera de Estados Unidos deteniendo el flujo de cubanos en los Cayos de Florida, cifras récord se dirigen ahora hacia México y luego viajan por tierra hacia la frontera estadounidense, por las rutas utilizadas por cientos de miles de inmigrantes hispanos cada año.
Unos 11.500 cubanos llegaron a Estados Unidos de esta manera en los últimos 12 meses, principalmente a través de Texas, casi el doble respecto del 2005, muestran estadísticas del Gobierno estadounidense.
La mayoría son hombres, de entre 30 y 45 años, y pagan a contrabandistas hasta 15.000 dólares por persona para subir a botes de alta velocidad repletos, por un viaje de 225 kilómetros desde Cuba a la Península de Yucatán en México.
Desde allí, son llevados en camiones a la frontera y se presentan como cubano para ingresar a Estados Unidos.
Pese a que no tienen que arriesgar sus vidas atravesando el desierto o cruzando el Río Grande como otros inmigrantes latinoamericanos, los cubanos igual pasan momentos difíciles.
"Es un calvario terrible. Arriesgas tu vida para cruzar el océano y luego tienes que atravesar México de manera ilegal," comentó Leo, un técnico en computación cubano de 31 años que rehusó entregar su apellido, en el puente del paso fronterizo hacia Laredo, Texas.
Abandonado por los contrabandistas de personas en el centro de México cuando se acercaban a un punto de revisión del Ejército en la carretera, Leo llegó a Texas escondiéndose en la parte trasera de buses. "He sido asaltado y golpeado, no he comido en varios días," sostuvo.
Bajo las normas de inmigración estadounidenses, los cubanos que llegan a territorio de Estados Unidos puede permanecer y solicitar la residencia, mientras que los interceptados en el mar son enviados de regreso.
Los inmigrantes ilegales de otros países latinoamericanos son enviados de regreso sin importar donde sean capturados.
CAMINO POR TIERRA
La ruta tradicional de los cubanos era a través de los Cayos de Florida para reunirse con sus familias en Miami.
Pero la Guardia Costera de Estados Unidos patrulla las aguas frente a Florida para bloquear el contrabando de drogas y en los últimos 12 meses ha interceptado a casi 3.000 cubanos. Menos de 5.000 lograron alcanzar suelo estadounidense, por lo que ahora es más popular la ruta a través de México.
"Tienes que mostrar tu tarjeta de identificación cubana o certificado de nacimiento y entonces te dejan entrar a territorio de Estados Unidos condicionalmente," dijo Cristóbal Herrera, un fotógrafo de 36 años que cruzó desde la ciudad mexicana de Reynosa.
"Después dependes de tí mismo. Yo compré un pasaje a Miami," agregó.
Tras el fracaso de la reforma inmigratoria propuesta en junio por el presidente de Estados Unidos, George W. Bush, Washington se ha centrado más en aumentar la seguridad en la frontera y planea instalar 1.120 kilómetros de vallas para mantener fuera a los indocumentados.
Críticos dicen que la política es injusta para otros inmigrantes latinoamericanos y que es un instrumento para desestabilizar a los líderes comunistas de Cuba más que para ayudar al cubano común.
Washington ha intentado derrocar al líder cubano Fidel Castro desde que llegó al poder en la revolución de 1959, expropió compañías estadounidenses y se alió a la Unión Soviética.
"Si Estados Unidos quiere extender una mano de ayuda al cubano común, entregaría más visas en su consulado en La Habana," dijo José Pertierra, un abogado de inmigración que trata casos de ciudadanos cubanos.
"Esto es propaganda para que Estados Unidos pueda decir: ¡Miren! Los cubanos están arriesgando su vida para salir en masa," agregó.
El consulado estadounidense en La Habana entregó 15.000 visas en los últimos 12 meses, 5.000 menos que la cuota anual acordada en 1994 y 1995 para evitar el éxodo masivo de cubanos desde la Isla.
La misión estadounidense dice que no tiene personal suficiente para procesar más visas y culpa a la burocracia cubana de las demoras.
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