CASEY WOODS
The Miami Herald
Carlos Pereira tenía una sonrisa de oreja a oreja cuando salía con el grupo que acababa de jurar la ciudadanía estadounidense en una ceremonia en Miami. Acababa de inscribir a 328 personas, en su mayoría latinoamericanos. Sólo 62 eran cubanos.
"Este año es excepcional por la diversidad'', manifiesta Pereira, nacido en Honduras y director del Centro de Orientación a Inmigrantes, de Miami. "Ese cambio es interesante porque le aportará diversidad al poder político''.
La tendencia que percibe Pereira en la inscripción de electores refleja lo que los encuestadores observan en todo el estado: hay una nueva mayoría hispana en la Florida, y no es cubana.
Según las cifras de la encuestadora demócrata Bendixen & Associates, 44 por ciento de los 1.1 millones de electores hispanos de la Florida provienen de República Dominicana, Colombia, Venezuela, Nicaragua y otras comunidades latinoamericanas, mientras los cubanos representan el 40 por ciento. En el 2000 los votantes no cubanos representaban 19 por ciento del voto hispano, de acuerdo con Bendixen.
Los hispanos demócratas también superan a los republicanos en la Florida, lo que hace políticamente más fluida lo que otrora fue un grupo de electores relativamente predecible.
"Para subsistir aquí los candidatos tendrán que mantener la línea cubana, pero también tendrán que tratar de captar cada vez más a los hispanos no cubanos, prestando atención a sus temas'', afirma Darío Moreno, encuestador de la Universidad International de la Florida (FIU).
Los recién llegados, muchos de ellos primerizos en el sistema electoral estadounidense, se preparan para ejercer un influencia sin precedentes en este año electoral ahora que el predominio del voto tradicionalmente republicano del bloque cubano empieza a menguar.
"En los últimos 10 años ha habido grandes campañas de inscripción de electores entre esos grupos y ahora vemos los resultados en las urnas'', indica Fernand Amandi, de Bendixen & Associates, que recientemente se inscribió como encuestador para Barack Obama. "Seguirán afirmándose políticamente e influyendo en las elecciones a escala local, estatal y federal durante muchos años''.
A pesar del creciente poderío numérico, las demás comunidades hispanas son un factor político desconocido. Aunque muchos se inscriben como demócratas, hay ciertos temas relacionados con sus países que pueden inducirlos a votar de manera diferente de lo que sugieren sus tarjetas de elector.
Uno de esos temas es el acuerdo de libre comercio con Colombia, respaldado por los republicanos del Congreso federal y obstaculizado por los demócratas, lo cual inclina a muchos demócratas colombianoamericanos a diferir de su partido.
Los electores hispanos no cubanos se encuentran en varias etapas de organización política local. Muchos de ellos, como los colombianos, venezolanos y dominicanos, ya tienen organizaciones que pugnan por adquirir más influencia política.
La comunidad dominicana tiene una compleja red de operativos políticos ubicados estratégicamente en el estado, con 30 voluntarios para llamar a posibles electores y organizan caravanas políticas que visitan los vecindarios del sur de la Florida.
Pero según muchos activistas dominicanos locales, la energía se concentra en las elecciones equivocadas.
Esas bien desarrolladas maquinarias políticas están dedicadas a las campañas políticas en su tierra, no las de aquí. Hay un grupo que comienza a tratar de cambiar la situación con la creación de una nueva organización política, el Comité Dominicano de Acción Política (USDOPAC).
"Si son siempre los mismos los que ocupan el poder una y otra vez, la democracia muere'', apunta Rosa Kasse, de 59 años, presidenta de la Coalición Hispana y directora ejecutiva del comité de acción política. "Creemos que serán nuevas mentalidades y nuevos espíritus lo que le inyectará nueva fuerza al sistema.
La dirigencia del USDOPAC incluye una mezcla de demócratas como Kasse y de republicanos. Los organizadores también han invitado a los dirigentes locales de los partidos políticos dominicanos a que participen en la directiva para evitar cualquier percepción de alianzas.
Hasta ahora han respaldado el fracasado intento de un dominicano de aspirar al Concejo de Miramar y están organizando reuniones con candidatos.
La comunidad dominicana se inscribe como demócrata por un margen de casi 3 a 1, según las cifras de inscripción de electores que la Junta Electoral de Miami-Dade entregó al comité, las más recientes. Aunque muchos respaldaron a Hillary Clinton en las primarias, hay un amplio apoyo por Obama.
Richard Charman, un dominicano que se naturalizó en 1985, nunca se había sentido motivado para inscribirse como elector hasta ahora.
"Me inspiraron la historia personal de Obama, su dedicación y su interés en servir a las comunidades de esta nación'', argumenta Charman, de 52 años.
Después de inscribirse el 13 de mayo, Charman creó un grupo comunitario virtual llamado Iam4OBAMA --Vecinos de Allapattah, para organizar a los votantes de su zona. Ha suspendido temporalmente su trabajo de consultor para dedicarse por entero a la campaña de Obama.
"He cambiado mis prioridades porque Obama es un fenómeno único y está ocurriendo ahora'', subraya.
La Clínica Venhamer, en términos políticos, ha tenido una existencia solitaria hasta ahora. En los primeros cinco años dedicados a ayudar a personas de bajos ingresos, muchos de ellos venezolanos, recibió solamente la visita de un político: un candidato a la alcaldía de Doral, que nunca volvió a pasar por allí una vez que lo eligieron.
Pero en meses recientes, en términos políticos la clínica se ha hecho muy popular. Tanto el representante federal Lincoln Diaz-Balart, republicano, como su rival demócrata, el ex alcalde de Hialeah Raúl Martínez, fueron de visita en junio. Joe García, el ex presidente del Partido Demócrata en Miami-Dade que se ha postulado contra el también representante Mario Diaz-Balart, estuvo allí el mes pasado.
"Los políticos se están percatando de que somos un buen grupo de votantes y que nos necesitan'', expresó Ernesto Ackerman, uno de los miembros de la directiva de la clínica.
Ackerman dirige otra organización, Ciudadanos Venezolanomericanos Independientes (IVAC), sin afiliación política, que ha organizado varias reuniones entre los candidatos al Congreso y los votantes venezolanoamericanos.
La súbita popularidad es señal de que en esas contiendas por escaños del Congreso el voto hispano no cubano es crucial.
"El surgimiento de ese voto ha brindado la oportunidad de desafiar a los titulares republicanos'', dijo Amandi.
La comunidad venezolana se ha extendido rápidamente en los últimos ocho años, a medida que ola tras ola de venezolanos huyen de las políticas del presidente Hugo Chávez. Su causa ha sido adoptada por muchos cubanos, que ven en Chávez un enemigo común, partidario y aliado económico de Fidel Castro y su régimen comunista. Muchos venezolanos comparten la afinidad en la política local y se inclinan al Partido Republicano.
En la elección presidencial, incluso muchos demócratas venezolanos batallan con la candidatura de Barack Obama, que ha indignado a muchos venezolanos al decir que se reuniría con gobernantes hostiles, entre ellos Hugo Chávez.
Los venezolanos también se dan cuenta de que su estribillo de cambio progresivo tiene ecos de los mensajes idealistas que Chávez utilizó para que lo eligieran hace una década.
"Chávez apareció con la palabra ‘cambio', no lo investigaron adecuadamente y terminamos con ese desastre'', alega Carmen Teresa Luengo, miembro de la directiva del IVAC y vecina de Kendall. ‘‘La mayoría de los venezolanos de aquí reviven esa experiencia cuando oyen a Obama''.
Luengo dice que McCain es la verdadera opción.
"Tiene mucha experiencia en seguridad nacional y ahora necesitamos eso'', afirmó.
Jeannette Varela, una colombiana que es demócrata, tenía su candidata a las elecciones presidenciales. Casi 150 personas, muchos de ellos conocidos demócratas colombianos, fueron a su casa en Star Island para recaudar fondos para la candidatura de Hillary Clinton.
Ahora que ya no está en la campaña, Varela se siente abandonada. Tanto los partidarios de McCain como los de Obama le han pedido que haga más recaudaciones, pero no se ha comprometido con ninguno de los dos candidatos.
"Los colombianos, chilenos, argentinos y otros grupos latinoamericanos pagamos impuestos, pero políticamente no tenemos representación ninguna'', señala. "Nos sentimos abandonados''.
Varela es el barómetro de una tendencia más amplia en la comunidad colombiana. Casi 48 por ciento de los colombianos se inscribieron como demócratas, según encuestas de una organización política comunitaria. Pero a muchos les preocupa que el Partido Demócrata haya bloqueado el tratado de libre comercio entre Colombia y Estados Unidos, que se ha varado en el Congreso porque los demócratas han suscitado temores sobre el impacto que tendría sobre los trabajadores estadounidenses y las violaciones de los derechos humanos en Colombia.
Obama y Clinton han expresado las mismas objeciones, pero Varela dice que Clinton le ha asegurado personalmente que podrán sentarse después de las elecciones y discutir el tratado, lo que le ha "dado esperanza''. Pero no ha escuchado lo mismo de Obama.
"Todos han notado que la oposición al acuerdo es solamente una maniobra política de los demócratas para perjudicar al presidente Bush'', dice Varela. "Tengo fuertes convicciones demócratas, pero eso no quiere decir que estoy ciega frente a lo que está pasando''.
Mientras tanto, McCain ha tratado de captar a la comunidad colombiana y a los que respaldan el acuerdo de libre comercio. Tuvo un espacio pagado en la radio en que expresó su respaldo al acuerdo y también visitó Colombia el mes pasado.
"Ese viaje es histórico porque no puedo recordar que ningún candidato presidencial de Estados Unidos haya visitado Latinoamérica durante la campaña'', dice Nelson Hincapié, un demócrata local que también piensa votar por McCain. "Estoy en la cerca en lo referente a mi voto, pero me inclino hacia McCain debido a lo del libre comercio. Tengo muchas amistades que dependen de eso''.
A pesar del atractivo que McCain ejerce sobre muchos demócratas, Carlos Cabrera cree que los que están en la cerca al fin se decidirán por los demócratas.
El proceso de los colombianos "está empezando con Obama; finalmente lo apoyarán porque el Partido Demócrata es un partido de inmigrantes'', apunta.
Las cifras del Censo muestran que la comunidad colombiana, compuesta por más de 150,000 personas en los condados de Miami-Dade y Broward, sólo es superada por los cubanos en el sur de la Florida, tanto en número como en cantidad de ciudadanos, en los últimos 10 años.
McCain y Obama le dedicaron bastante tiempo a Colombia y Venezuela en los discursos que pronunciaron en Miami en mayo sobre América Latina.
‘‘Me siento muy optimista sobre lo que sucede en términos de la diversidad de la política en el sur de la Florida'', dice Fabio Andrade, copresidente de la campaña de McCain en el sur de la Florida, el primer hispano no cubano que ocupa ese puesto con un candidato presidencial republicano. "Hace cinco años el único tema que trataban los candidatos nacionales era el de Cuba''.
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