ANÓLAN PONCE
Jueves 20 de febrero de 2014
El Memorial Cubano, que muestra los nombres de más de 10,000 víctimas del castrismo, se inaugura este sábado a las seis de la tarde en el Tamiami Park / CORTESÍA DE LA AUTORA
En casi todas las grandes ciudades del mundo se encuentran monumentos o sitios que gozan de gran celebridad y son sinónimos de ellas ya sea por su simbolismo, su gran carga histórica o porque alimentan y estimulan el alma. París cuenta con el Arco de Triunfo; Berlín tiene la Puerta de Brandeburgo; Nueva York, la Estatua de la Libertad; Jerusalén, el Muro de los Lamentos…
Un monumento que se inaugura aquí en Miami este sábado 22 de febrero a las 6 de la tarde en el Tamiami Park, quizás jamás alcance esa celebridad, pero su objetivo es muy noble: rendir tributo eterno a todos los cubanos cuyo sueño de libertad terminó con la pérdida de sus vidas comenzando con el advenimiento del castrocomunismo en enero de 1959.
El Memorial Cubano es el resultado del gran esfuerzo hecho por un pequeño grupo de exiliados cubanos, y fue diseñado por los arquitectos cubanoamericanos Willie y Otto Borroto, padre e hijo, y construido por MCM (Munilla Construction Management), compañía propiedad de los hijos del ingeniero Fernando Munilla, quien construyera la Plaza Cívica en La Habana. Es un obelisco de 60 pies de altura que descansa sobre una gran estrella, y está vestido por cuatro gigantescas banderas cubanas formadas por cristalinos mosaicos de color rojo, blanco y azul. Custodiando esta magnífica estructura, cinco muros de mármol negro exponen los nombres de más de 10,000 víctimas, mientras a su reverso, cristales fragmentados reflejan una imagen desmembrada del visitante, una triste alegoría de nuestro pueblo bajo el castrocomunismo.
Pero el Memorial Cubano es algo más que un monumento. Es la trágica historia de un pueblo heroico, escrita con 10,000 nombres que evocan un torbellino de imágenes mientras un eco va en crescendo: ¡paredón… paredón... paredón…!
Enero, 1959… Santiago de Cuba… Raúl Castro ordena cavar una gran zanja… Setenta y cinco campesinos y militares caen en ella después de ser fusilados sin previo juicio. Santa Clara, el cadáver del coronel Cornelio Rojas con los ojos desmesuradamente abiertos y el cráneo destrozado por el tiro de gracia… Octubre, 1960, Santa Clara, Finca La Campana… Plinio Prieto, Porfirio Ramírez, Sinesio Walsh, José Palomino y Ángel Rodríguez del Sol… sangre de revolucionarios que se rebelan ante la traición a la patria… ¡paredón, paredón, paredón!
Abril 17, 1961, rugido de cañones y olor a pólvora en Playa Girón, una batalla perdida antes de comenzar. ¡Jamás abandonaremos nuestra patria! Armando Cañizares, Manuel Blanco Navarro, Felipe Rodón Caminero, muertos en combate. La Habana, los fosos de La Cabaña, Virgilio Campanería Ángel, “no le temo que venga la muerte”. Alberto Tapia Ruano, “dentro de poco estaré con Dios”… ¡Viva Cuba Libre! ¡Viva Cristo Rey! La Cabaña, simulacro de juicio, grito desesperado de una esposa, ¡Ñongo, defiéndete!... Redoble de tambores… ¡Prepárense, apunten, fuego! Manuel “Ñongo” Puig, Domingo Trueba, Rogelio “Francisco” González Corzo, unidos por una causa, unidos en la muerte.
Años 1961, 1962, 1963, Las Villas, Escambray heroico… guerrilleros… ¡Al combate corred villareños!... Infames “limpias del Escambray”… Osvaldo Ramírez, Tomasito San Gil, Margarito “Tondike” Lanza Flores. Pinar del Río, Sierra de los Órganos. Bernardo Corrales ¡paredón! Los llanos de Las Cañas y Artemisa, Israel “Tití” García Díaz traicionado por “El Mejicano”, ¡paredón! Las Cañas, Finca Monserrate, 12,000 milicianos acorralan a cinco alzados en un cañaveral… Reinaldo Martínez Carrasco, Noel Domínguez, Roberto Fernández, Secundino Torres y Lázaro Valdez, ¡candela viva con ellos! Las Piedras, Esteban “Chicho” Martínez… “¡Chicho, habla! ¿Dónde está la cueva de los alzados?... Silencio… ¡Prepárense, apunten, fuego! Chicho, ¡fusilado en el patio de su casa en presencia de su esposa e hijos! Loma de Candelaria, Francisco “Machete” Robainas… un cerco de milicias… ¡Machete, ríndete! Un disparo… con su última bala Robainas terminó con su vida.
¡Imágenes imperecederas! La matanza del Río Canímar. El remolcador 13 de Marzo, madres a quienes mangueras de presión arrancan sus hijos de sus brazos, balseros deshidratados, Elizabeth Brotons en su último suspiro colocando a su hijito Elián González en un neumático. ¡Quiere que crezca un hombre libre! Avionetas indefensas en misión de rescate. Mario de la Peña, Armando Alejandre, Carlos Costa, Pablo Morales, ¡pulverizados en el aire!
El Memorial Cubano evoca todas estas imágenes, pero revela un solo sentimiento: el deseo del cubano de ser libre. Con el tiempo los hombres cambian, muchos pierden sus ideales; pero este monumento y lo que representa es inmortal. Así lo atesta la placa de bronce a la entrada: “Sirvan los nombres aquí grabados como prueba indeleble del valor y rebeldía de un pueblo que no cederá y no descansará hasta que su patria sea libre!”
Honremos a nuestros mártires, aquellos que pagaron el precio más alto por la libertad. Digamos ¡presente! en la inauguración del Memorial Cubano.
Directora-M.A.R por Cuba.
Tomado de: El Nuevo Herald
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