Palabras de Luis Aguilar León.

Publicado el 06-30-2007

Diario Las Americas
Por Guillermo Cabrera Leiva

Luis Aguilar León

Uno de los cubanos que mejor ha descrito el carácter de sus compatriotas es Luis Aguilar León. Releyendo su libro “Todo tiene su tiempo” puede verse la claridad y la visión con que este autor enfoca los aspectos fundamentales de la vida cubana, y cómo discurre sobre temas que nos son familiares, proyectándolos bajo una nueva luz, orientada por su perspicacia y su cultura.

El libro se divide en cuatro partes, derivadas del título, es decir, una parte denominada tiempo de llorar, otra denominada tiempo de reír, otra tiempo de soñar y una cuarta, tiempo de pensar.

En esta obra Aguilar León trata de la problemática del castrismo, y va examinando el cuadro político de Cuba con ojos avizores y explicando, como buen profesor, los matices que componen la tragedia cubana.

Una parte importante – y quizá la más importante -- de este libro es la vida del exiliado cubano en los Estados Unidos. En esta faceta el profesor Aguilar León hace derroche de su ingenio y su capacidad expositiva, utilizando unas veces el diálogo, otras la lectura de algún viejo texto, otras la poesía, y casi siempre con un toque de folklore cubano, armonizando lo serio con lo chistoso, lo antiguo con lo moderno, lo civilizado con lo primitivo,

Incluye Aguilar León en estas páginas la presencia de algunos personajes populares, casi siempre creados por él, que nos recuerdan los típicos nombretes con que el populacho calza a ciertos sujetos que suelen aparecer en nuestros municipios, a modo de Lazarillos contemporáneos.

Algún día se hará la evaluación del estilo y el método expositivo de Luis Aguilar León, y se colocará su nombre entre los que mejor han sabido interpretar el carácter y las modalidades del “homo cubensis”.

Por otra parte, se advierte en todos los temas que trata el autor, una sólida cultura humanística, que comprende citas y frases bien traídas, de personajes, hechos históricos y circunstancias que denotan su vasta información y sus amplios estudios de clásicos y modernos. No es en balde que Luis Aguilar León ha ocupado cátedras en las mejores universidades de los Estados Unidos, como son las de Columbia y Cornell en Nueva York y la Georgetown en Washington, D.C.

Los trabajos reunidos por Aguilar León en este libro fueron publicados, en su mayoría, en DIARIO LAS AMERICAS y en El Nuevo Herald. Son, a nuestro juicio, joyitas literarias que revelan, además, una profunda sabiduría y reflejan una postura política muy de acuerdo con el pensamiento democrático.

En el prólogo de este libro Aguilar León dice referirse “no a la tragedia de éste o aquel aspecto del proceso cubano, sino a la tragedia integral, al hundimiento de la Cuba que conocí y amé, a la progresiva transformación de un pueblo al cual estoy entrañablemente unido, pero cuyas facciones se me van haciendo cada vez menos reconocibles. Es posible que los años me nublen la mirada. Pero también es posible que cuarenta años de infamia, odios y mentiras hayan llegado a quebrar el carácter cubano y a corromper a un espíritu nacional que fue una vez timbre de orgullo y triunfo de la dignidad”.

En otro párrafo expresa: “Ojalá me equivoque. Ojalá que haya fuerzas germinando en esa Cuba silenciosa o en este exilio clamoroso que yo no alcanzo a ver, pero que llevan en el alma la voluntad de despejar a nuestra patria de odios y calumnias. Es posible que los golpes de la tiranía no hayan logrado destruir los muros de nuestra Troya. Por esa posibilidad lucho y brindo con todas las fuerzas de mi espíritu”.

El libro Todo tiene su tiempo, es un cofre que guarda verdades, dichas por alguien que ha sabido decirlas con elegancia y fidelidad. Luis Aguilar León, cuya quebrantada salud lo ha detenido en su carrera literaria, seguirá siendo un modelo digno de seguir e imitar por quienes aspiren a escribir bien sobre Cuba y lo cubano.