"No fue un solo verano de felicidad sino un verano todo de miseria y fuego. Fue un verano inolvidable pero no por razones obvias, sino porque lo recuerdo ahora como si sucediera ahora. No hay mayor dolor, dice Dante, que recordar el tiempo feliz en la desgracia..."
Son líneas de La ninfa inconstante, la novela póstuma que dejó acabada Cabrera Infante y que, probablemente, se publicará a principios del próximo año. Un eslabón más de esa ya amplia cadena de nínfulas y lolitas literarias que en esta ocasión rebosa ambiente habanero por los cuatro costados. "Guillermo trató de acabar esta obra hasta el último momento", comenta su mujer Miriam Gómez. "Escribió a mano cientos de páginas, y lo hizo a mano porque ya no podía trabajar bien con la máquina. Me iba explicando cómo debían organizarse esos cientos de notas manuscritas y, desde luego, consideraba que la novela estaba acabada aunque me insistía que si había algo que no me gustaba, lo rompiera"...
Para leer todo el artículo, hacer clic [aquí]
sábado, 10 de noviembre de 2007
Suscribirse a:
Enviar comentarios (Atom)
0 comentarios:
Publicar un comentario
Gracias por su comentario. Le agradecería que facilitara una dirección de correo electrónico válida en el caso de que necesite alguna precisión. Gracias.