VIVIANA MUÑOZ
El Nuevo Herald
Una institución educacional en Cuba y en el sur de la Florida ha partido. Conchita Espinosa falleció 19 de septiembre a las 4:55 p.m., en su casa de Miami, tras una larga enfermedad. Tenía 92 años.
Nació el 23 febrero de 1914 en La Habana. Se graduó de profesora de piano del Conservatorio Internaciopnal de la Habana a los 14 años. Continuó estudios de perfeccionamiento musical con grandes maestros como Joaquín Nin y Jasha Fischerman.
Con sólo 19 años, en 1933, fundó la Academia Musical Conchita Espinosa, de la cual surgieron numerosos músicos y bailarines cubanos.
En 1943 contrajo matrimonio con Miguel Subieta Regato, quien falleció en 1959 en Cuba.
Un año después que enviudó, salió al exilio y se radicó en Miami, donde al cabo del tiempo inauguró su academia en el garage de una casa en La Pequeña Habana.
''Llegó solita, con $5, y logró traer a sus hijos durante la Operación Pedro Pan en 1961'', afirmó su hija mayor, Maribel Subieta Díaz.
En 1984 levanta un edificio en el 12975 SW 6 Street, como escuela primaria e intermedia con excelencia en artes, a la que actualmente asisten más de 700 estudiantes, desde kindergarten hasta 8vo. grado, y cuenta con una plantilla de 90 empleados entre maestros, administrativos y personal de servicio.
Asimismo, por décadas, Conchita mantuvo las puertas abiertas de su Conservatorio de Arte.
Pero el legado de Conchita, como le dicen todos afectuosamente, va más allá, pues ha sido un verdadero ejemplo de tenacidad y esfuerzo.
''Mi madre era una visionaria, con un temple excepcional, una profunda fe en Dios y en el ser humano'', enfatizó Subieta Díaz. ''Era una mujer con una tremenda generosidad de espíritu y quien mantuvo hasta el final de sus días esa fuerza interior, su alegría y paz'', añadió.
'Muchas veces vi cómo mi madre daba la oportunidad de educarse a niños que no tenían los recursos. Ella siempre me decía, `no te preocupes, Dios proveerá' '', recordó Su-
bieta Díaz. ''Ella ha sido mi guía, mi fuente de inspiración y mi gran orgullo'', acotó.
Durante su exitosa carrera, Conchita recibió muchos galardones incluyendo el premio Educador Honorable entregado por la Asociación de Escuelas Independientes de la Florida en marzo de 1994, y el Premio Legado de Excelencia, presentado por General Motors durante el Festival de Herencia Hispana en 1999.
Adicionalmente, recibió proclamas como el Día de Conchita Espinosa que le entregaron la Ciudad de Miami y el Condado Miami-Dade.
En el 2001, la calle 6 del SW, donde está situada su academia, fue nombrada ``Conchita Espinosa Way''.
En mayo del 2006, recibió la Medalla Excelencia Nacional Cubana, otorgada por el Instituto San Carlos de Cayo Hueso.
''Abuela era un ejemplo de cómo vivir la vida'', expresó su nieta mayor, Carol Díaz-Zubieta. ``Ella me enseñó que todo es posible; admiré en ella su fortaleza, su fe, su optimismo, su generosidad y su manera de ver la vida''.
''Deja un legado en la comunidad y una huella imborrable en nuestra familia'', agregó. ``Su lección de amor fue la más importante de todas''.
Aparte de su hija mayor y su nieta, Conchita deja a su hermana, Alicia Espinosa, de 89 años, quien fue su alma y apoyo durante toda su vida. También a su hijo Luis Su-
bieta Espinosa, su nuera Luz Marina Subieta y su nieta Ana Díaz Subieta.
' `De ningún modo quiero flores, en su lugar una ayuda al niño necesitado y una sincera oración al Creador', me dejó escrito mi madre'', dijo Subieta-Díaz. 'Y pidió que la recuerden `con una sonrisa y con alegría' ''.
La misa en celebración de su vida será el miércoles 27 de septiembre, a las 4 p.m., en la Church of Little Flower, 2711 Indian Mound Terrace, Coral Gables.
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