Detienen a tres cubanos en la frontera con Costa Rica con documentos falsos.

Panamá, EFE

Agentes panameños de migración aprehendieron hoy a tres ciudadanos cubanos que pretendían pasar por la frontera terrestre a Costa Rica con pasaportes falsos adquiridos en Paraguay.

En un comunicado, la Dirección de Migración de Panamá indicó que los cubanos, no identificados, serán deportados en las próximas horas tras ser retenidos en Paso Canoa, en el límite con Costa Rica.

Los extranjeros viajaban en un autobús de ruta, que abordaron en la ciudad caribeña de Colón, 80 kilómetros de la capital panameña.

El director de Migración de Panamá, Ricardo Vargas, explicó que entre los detenidos se encuentra un menor de edad y una pareja de 32 y 49 años, "quienes confesaron poseer documentos alterados".

El funcionario indicó, que según han confesado los cubanos, pagaron 150 dólares en Paraguay por los pasaportes falsos de esa nacionalidad.

Detalló que los isleños iniciaron su viaje a mediados de abril pasado, cuando se trasladaron primero a Paraguay, luego a Brasil, Perú, Ecuador y luego llegaron a la localidad colombiana de Capurganá, fronteriza con Panamá.

Sin embargo, no ingresaron al país por el pueblo de Puerto Obaldía por no haber vuelo que los transportara a la capital.

Posteriormente, lograron llegar vía marítima por el Mar Caribe a la ciudad de Colón, donde abordaron el autobús que viajaba hacia San José de Costa Rica, aunque admitieron que su destino final era Estados Unidos, precisó Vargas.

Migración indicó que el pasado mes de mayo se deportó desde Panamá a 171 ciudadanos ilegales de diversas nacionalidades y, en lo que va de año, van 617 los foráneos repatriados, en su mayoría colombianos (298), chinos (127), ecuatorianos (37), peruanos (23), dominicanos (16) y haitianos (13).

En lo que va del mes de junio, Migración ha retenido a 17 chinos indocumentados y siete cubanos ilegales, incluidos los de hoy.

Según un informe divulgado el viernes pasado, la deportación de ilegales ha ocasionado gastos superiores a 80.000 dólares del fondo de repatriación (sufragado por los inmigrantes legales), solo en boletos de avión, sin incluir costes de hospedaje, alimentación y atención de salud.

Los deportados son sancionados con un sello estampado en su pasaporte de prohibición de volver al país y el pago de una multa que oscila entre 25 y 300 dólares.