The Associated Press
Un inmigrante cubano fue condenado a muerte por el asesinato a disparos de su concubina en el 2003.
El jurado, integrado por siete mujeres y cinco hombres, deliberó durante unas seis horas el martes antes de decidir que Carlos Cuesta Rodríguez debía morir por herir fatalmente a balazos a Olimpia Cardina Fisher, de 47 años, el 31 de mayo del 2003, en la casa donde vivía la pareja en el suroeste de Oklahoma City, informó el diario The Oklahoman.
Los fiscales, que habían solicitado la pena capital, le pidieron a los jurados que decidieran el castigo apropiado para Cuesta Rodríguez, de 51 años. Según su relato, el inmigrante le disparó a Fisher en un ojo, esperó ocho minutos y le hizo otro disparo fatal en el otro ojo.
Varios jurados dijeron que el segundo balazo fue lo que les convenció de que Cuesta Rodríguez merecía morir.
La hija de Fisher, Cynthia Chacon, dijo que ella y su familia rechazaron el mes pasado una propuesta de acuerdo penal que le habría dado cadena perpetua a Cuesta Rodríguez, sin derecho a libertad provisional.
"Usted no puede escoger su castigo", argumentó ella. "Usted tiene que... dejar que la justicia lo haga".
La abogada de la defensa Cathy Hammarsten había exhortado a los jurados a que consideraran toda la vida de Cuesta Rodríguez, no sólo la mañana en que él asesinó a su pareja.
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