Por Guillermo Cabrera Leiva
DIARIO LAS AMERICAS
De izquierda a derecha Jorge Antonio Doré, Sara Martínez Castro y Luis Mario, durante el acto de presentación del libro en la casa de los Municipios de Cuba en el Exilio (Foto DIARIO LAS AMERICAS)
Ante una selecta concurrencia tuvo lugar la presentación del libro de versos “Poemas de fuego y tierra”, del poeta cubano Jorge Antonio Doré. El acto se celebró en la sede de los Municipios de Cuba en el Exilio, por iniciativa de las Bibliotecas Municipalistas que preside la señora Magaly Rodríguez Fernández, a cuyo cargo estuvieron las palabras de apertura y la invocación a Dios.
Acto seguido habló la conocida poetisa Sara Martínez Castro, quien luego de agradecer la hospitalidad de los Municipios de Cuba en el Exilio, hizo la presentación de la mesa, que incluía a los notables declamadores Bertila Pozo y Gabriel Casanova, al autor del libro, Jorge Antonio Doré, al periodista y poeta Luis Mario y a la propia señora Martínez Castro.
Invitó seguidamente al podium a la señora Aurora de Armas, de la firma impresora Fraga Publishing Corporation, quien agradeció los benévolos comentarios sobre la edición del libro de Jorge Antonio Doré.
A continuación el laureado poeta Luis Mario hizo la presentación de la obra “Poemas de fuego y tierra”, a cuyo autor calificó de humilde cantor del divino carpintero de Galilea, entre otros títulos, y cantor del amor, la humanidad y la patria.
Señaló las distintas facetas de la obra poética de Doré y fue tejiendo sus palabras con versos claves del poemario.
Habló de sus primeros años, de su salida de Cuba a los trece años rumbo a España, y de su arribo a Miami, donde reside actualmente.
Este poeta es – dijo – un trozo de humanidad que le canta a su esposa, a sus hijos, a sus padres, a sus amigos. Pero cuando dialoga con el Señor, sus versos alcanzan una calidad que los coloca junto a las principales obras místicas del idioma español.
Cerró su presentación con estas estrofas del cantor bíblico:
Espérame, Jesús. Y si no sirvoHabló a seguidas el poeta Doré, para agradecer los muchos elogios a su obra. Con un lenguaje sencillo, pero expresivo de su fervor poético, dejó la idea que aparece al comienzo de su libro, donde dice:
más que para remiendo
de tus paños…
¡déjame ser un hilo, sólo
un hilo,
del último doblez de tu sudario!
“Juzgo la poesía por la conmoción que produce en mi ser. Por eso espero que algunos de estos poemas, estimado lector, se abran en su alma como una prodigiosa flor y que ésta logre envolverlo en el sutil perfume de sus versos”.
A continuación el notable declamador Gabriel Casanova recitó algunos poemas del libro, y con visible emoción transmitió el mensaje poético de los mismos.
Le siguió la admirada recitadora Bertila Pozo, que nos trajo con su voz y su elocuencia escogidos poemas del autor de “Poemas de fuego y tierra”.
No asistió, por razones de salud, la declamadora Hada Béjar.
Pudimos saludar, entre otros, al Presidente electo de los Municipios de Cuba en el Exilio, Ingeniero Pedro M. Peñaranda, hijo de nuestro viejo amigo el Prof. Peñaranda, Rector de la Universidad de Holguín en la Cuba republicana.
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