La palabra de Dios existe y nadie la creyó.

Cubanos sin Fronteras
Alicia Bencomo
fdon18@comcast.net

El ser humano, en su carrera por la vida, perdió su identidad. Dios se los prometió en los Diez Mandamientos. También les advirtió, no sólo en los Mandamientos, sino un aviso muy claro de lo que significaba el fin del mundo. Él advirtió en su último intento de salvar a la humanidad para que pararan el desenfreno, antes de caer en él.

Él dijo en estas palabras, escritas en la Biblia: Cuando las plagas dominen al mundo, cuando las familias estén divididas y la guerra, sea una amenaza para el hombre, ése es el fin del mundo. Nadie lo creyó, lo ignoró, y ahora tenemos delante de nosotros su aviso, donde una humanidad ha sido reemplazada por la otra, con el mismo cuerpo pero con una manera de comportarnos distinta. El Castigo De Dios es, aquí en la tierra, donde se violaron y se traicionó a Dios por segunda vez. Ahora fuimos nosotros el mesías, que lo traicionó la primera vez. Hoy en día si alguien puede darse cuenta de esto, ya es muy tarde.

Él nos dejó muy claro unos Mandamientos a seguir:

1.-Amarás a Dios sobre todas las cosas,
2.-No tomarás el nombre de Dios en vano.
3.-Santificarás las fiestas.
4.-Honrarás a tu padre y a tu madre.
5.-No matarás.
6.-No cometerás actos impuros.
7.-No robarás.
8.-No dirás falsos testimonios.
9.-No consentirás pensamientos ni deseos impuros.
10.-No codiciarás los bienes ajenos.

Nosotros, lejos de todo esto, hemos faltado uno por uno a lo que Dios, no dejó como un ejemplo a seguir.

Hemos hecho todo lo contrairo a lo que Él dijo, para nuesra salvación. Nosotros hemos creado nuesto propio entierro, asumiendo un cuerpo, el mismo pero con diferente actitud, manera de comportarnos, sin sentimientos ni conciencia que nos guíen hacia Dios. Hemos perdido nuestra personalidad cambiándolo, por lo que hoy somos, en una sociedad podrida por nosotros, para que vivamos en ella, como lo que somos.

Lo único que se ha mantendio puro, es el reino animal, siendo hoy ejemplo de lo que nosotros dejamos de ser.

Ese es el fin del mundo que Dios nos prometió, si faltábamos a su palabra. Hoy tenemos que vivir como ratas en un mundo infestado, malogrado, comiéndonos los unos a los otros, como el pecado que tenemos que pagar, hasta que pasemos a una vida, que tal vez por la misericordia de Dios, en nuetros pasos finales hacia Él, en su bondad al llegar a su reino, nos perdone por todo lo que aqui en su paraiso, le faltamos y le mentimos.

Un cordial saludos a todos

Alicia Bencomo
fdon18@comcast.net