The Miami Herald
EVAN S. BENN
José Miguel Battle Sr., el antiguo padrino de la mafia cubana, murió bajo custodia federal en un centro de diálisis en Carolina del Sur, le confirmó su abogado a The Miami Herald anoche. Tenía 77 años.
El abogado Jack Blumenfeld dijo que Battle, que padecía de deficiencia hepática aguda, diabetes y problemas cardiacos, estaba esperando un lugar en una cárcel federal para cumplir su sentencia de 20 años por cargos de fraude organizado, y murió el viernes por la mañana.
Battle era el presunto dirigente de ''La Corporación'', un grupo del bajo mundo cubano que ganó millones durante décadas con apuestas ilegales, sorteos de bolita y narcotráfico. Conocido como ''El Padrino'', Battle dirigía la extensa organización con vínculos desde Nueva York hasta Latinoamérica.
Su carrera empezó en la policía en La Habana durante el gobierno de Fulgencio Batista. Huyó cuando Fidel Castro asumió el poder. En Estados Unidos, la CIA lo reclutó para la Brigada 2506. Estuvo en una cárcel cubana casi dos años por su participación la fracasada invasión de Bahía de Cochinos y después se estableció en Union City, Nueva Jersey, donde abrió una joyería.
Durante las décadas siguientes, Battle dirigió una operación de juego de 2,500 miembros que sacaba la mayoría de sus ganancias con la bolita.
Un tribunal de Miami-Dade lo halló culpable en 1977 de confabulación para asesinar y de asesinato. La fiscalía alegó que Battle le pagó a un individuo $1,500, le dio seis balas y le dijo que ''le pusiera una entre las cejas'' a un empleado que él sospechaba le estaba robando.
Pero una apelación consiguió la anulación del veredicto y la sentencia a 30 años.
Battle se retiró a un rancho de 30 acres en el sur del condado Miami-Dade a principios de los años 80. Según algunos informes, en 1987 Battle era uno de los habitantes más ricos del sur de la Florida con una fortuna calculada en $175 millones.
Durante años las autoridades trataron de vincularlo con asesinatos a sueldo e incendios intencionales en Nueva York, Nueva Jersey y Florida, mientras la Corporación se enfrentaba a familias italoamericanas mafiosas rivales. Docenas de personas murieron en más de 120 atentados con explosivos a fachadas de tiendas y establecimientos.
Los abogados de Battle afirmaron que su cliente no tenía lazos con el crimen organizado desde finales de la década de los años 80.
''Battle no tuvo nada que ver con ningún incendio intencional'', declaró Blumenfeld el año pasado a The Miami Herald.
A principios de los años 90, Battle escapó a Perú después que la policía acusó a muchos de sus amigos y asociados de juego ilícito y lavado de dinero. Ninguno implicó a El Padrino en los interrogatorios.
Tras una pesquisa de casi 20 años, las autoridades arrestaron a Battle en marzo del 2004 en el supermercado Publix de su barriada. En sólo unos días los agentes capturaron a 25 personas vinculadas con Battle, entre ellas a su hijo, José Miguel Battle Jr., que fue acusado de dirigir la organización criminal después que su padre le pasó el control.
La salud de Battle padre se deterioró durante el juicio, en el que con frecuencia se le vio dormido en una silla reclinable en la sala del tribunal. En mayo del 2006 Battle se declaró culpable después que 13 de sus socios tomaron la misma decisión.
Su hijo sigue preso en una cárcel federal de Miami.
En enero pasado Battle padre fue sentenciado a 20 de cárcel, pero salió con una fianza de $1 millón, dijo su abogado Blumenfeld. Aceptó declararse culpable, indicó Blumenfeld en ese momento, para ``poder morir en su casa en lugar de en prisión''.
El funeral está a cargo de la funeraria Bernardo García en Miami.
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