RAMÓN SAÚL SÁNCHEZ. Presidente del Movimiento Democracia.
MIAMI. ¿Cómo valora lo que está pasando ahora en Cuba?
-Creo que es la primera etapa en la desintegración del régimen totalitario que ha estado por casi medio siglo en el poder encabezado por Fidel Castro, un hombre muy cruel, opresor, pero que ha logrado proyectar una imagen al mundo de reivindicador social y protector de la soberanía del pueblo de Cuba. Cuando en realidad no es así. Se sometió a los soviéticos primero, ahora ha metido a los chinos y anda mendigando el levantamiento del embargo estadounidense, con el cual yo no estoy de acuerdo. Me parece que eso no lo va a poder continuar Raúl Castro, que por la obsesión de su hermano de eliminar a todos los que podían hacerle sombra, nunca le ha dado ningún protagonismo especial. Ahora sólo tenemos a otro generalote más, todavía más cruel que su hermano.
-Entonces, ¿cómo puede llevarse a cabo una transición democrática en Cuba?
-En ausencia de una voluntad política por parte del actual régimen de someterse a un proceso de diálogo nacional, que sería la salvación de Cuba, no queda más remedio que fortalecer a la oposición cívica dentro de la isla y eventualmente fomentar movimientos de expresión popular que terminen por forzar un cambio. Raúl Castro conoce perfectamente esta posibilidad y por eso nos tememos que a partir de ahora su próximo paso, que ya ha empezado de alguna manera, es reprimir brutalmente a los disidentes enviando un claro mensaje de que no se va a tolerar ningún tipo de reforma.
-¿Es ajustada la percepción del exilio cubano en Miami como algo monolítico?
-Hay un estereotipo fomentado primero por el propio régimen castrista que se ha encargado de presentar al exilio cubano como de extrema derecha, intolerante, dueños de las casas y negocios confiscados que quieren regresar para quitárselos al pueblo... Esto no es cierto. La verdad es que el exilio cubano es un corte transversal de cualquier sociedad. Aquí hay personas de todo el espectro político y social. Nosotros nos inclinamos en resaltar la necesidad de que Cuba sea independiente, que históricamente hemos luchado por ello pero con el problema de que EE.UU. siempre ha tratado de controlarnos. Pero nosotros queremos amigos y no amos, las mejores relaciones pero basadas en el respeto.
-¿Por qué se opone al embargo estadounidense?
-El embargo es uno de los elementos en vigor que más ha ayudado al régimen de Fidel Castro, que necesita ser visto bajo el prisma del David luchando contra Goliat y proyectar que se trata de una lucha del pueblo cubano contra el imperialismo americano. En lugar de lo que es en realidad: una lucha del pueblo de Cuba contra su tiranía. Fidel necesita declararse víctima para evadir la responsabilidad de la ineptitud e ineficacia de su propio sistema. Esto es una especie de inútil tira y afloja que sólo sirve para sostener su tiranía. Y que nadie me malinterprete porque yo estoy convencido que mi lucha contra la dictadura en Cuba me puede costar algún día la vida o la libertad.
-¿Y por qué habrían sido ustedes tan susceptibles a ser manipulados?
-Porque cuando un pueblo se encuentra en una desgracia tan grande como la nuestra, uno se vale de cualquier cosa para hacer creer cosas que no son. Por ejemplo, en las campañas electorales de Estados Unidos todos los presidentes vienen aquí, se toman un café y les dicen en español «viva Cuba libre». En mal español pero se lo dicen. Y prometen todo y nunca hacen nada de lo prometido o hacen cosas tan terribles como las actuales restricciones de sólo una visita a la isla cada tres años.
-¿Qué le parece la posición del actual Gobierno de España con respecto a Cuba?
-Me da tristeza que un Gobierno progresista encuentre algo de validez en un sistema dictatorial. Yo no veo ninguna diferencia entre los regímenes de Castro, Pinochet o Franco. Con el agravante de que Chile y España han podido evolucionar hacia la democracia. Todas las dictaduras son malas, no se pueden hacer distinciones. Y creo que Zapatero debería ser más solidario con el pueblo de Cuba.
-¿Cuáles son sus planes inmediatos?
-Estamos preparando una flotilla con ayuda humanitaria destinada a Cuba, con o sin permiso de la Administración Bush, que al igual que ya ocurrió con el Gobierno de Bill Clinton, siempre se ha opuesto a este tipo de iniciativas. Bajo el derecho internacional, los exiliados cubanos tenemos el derecho a volver a la isla. Nosotros entendemos que Estados Unidos tiene que proteger sus fronteras. Pero nosotros tenemos el derecho legal y moral de ir a nuestro país y facilitar ayuda.
PEDRO RODRÍGUEZ CORRESPONSAL
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