Para su archivo
Por Javier Villegas Juárez.-
La relación Matamoros-migrantes cubanos es más bien triste. Durante diez años, nuestra organización tiene documentados cientos de casos de extorsión y abusos.
En Matamoros, la central de autobuses y las oficinas de Migración son las grandes oficinas del tráfico de indocumentados.
Quien dice lo anterior es una voz autorizada. Se trata de Eduardo Matías López Ferrer, presidente de la Asociación Cívica-Cubana-Mexicana A.C., con sede en el Distrito Federal.
Ayer por la tarde platiqué por vez primera vía telefónica con él.
Dice: “Matamoros es una frontera hermosa, con gente buena, pero hay varias bandas muy poderosas donde se incluyen policías, ex policías, agentes federales, hoteleros, dueños de cantinas, taxistas, taqueros.
“Están bien organizadas esas personas, ganan miles de dólares, muchos miles de dólares, no les importa si lesionan a alguien, sólo quieren dólares a puños, es una lástima que en el mapa de amistad que tiene Cuba y sus exiliados, Matamoros sea un punto de referencia negro para nosotros”.
La Asociación Cívica Cubano-Mexicana A.C. nació el 28 de enero de 1996. Tiene dos objetivos:
- Difundir la cultura cubana en México y
- Defender los derechos civiles y las garantías individuales de los cubanos.
Cubanos, el privilegio.
A diferencia de los centroamericanos y mexicanos, los cubanos que quieren emigrar a los Estados Unidos (sin documentos en regla) no reciben balas, palos o deportaciones. Nada de eso. Los cubanos sólo tienen que llegar a los puentes internacionales, demostrar su identidad y de inmediato son acogidos por “la democracia estadounidense”.
Ni modo de regresarlos con Fidel Castro Ruz, uno de los peores enemigos del imperio gringo. Los cubanos reciben documentos que les permiten moverse con libertad en territorio estadounidense.
“Nuestro peor enemigo en México son lo malos mexicanos que saben del movimiento migratorio. Ellos saben que a nosotros no nos pueden tratar igual. Que a nosotros basta conque lleguemos a la frontera y tenemos el problema resuelto”, señala Eduardo Matías López Ferrer.
- Nuestro problema es llegar a la frontera sin que suframos vejaciones. Y Tamaulipas, es nuestro viaje que parece el juego de serpientes y escaleras, tiene más serpientes.
“Se enteran que somos cubanos y de inmediato proceden a la extorsión. Ellos, los pateros, creen que los cubanos todos tenemos parientes muy ricos en Miami, en Nueva York; nos secuestran, nos roban, y nosotros, en nuestra desesperación, soltamos más de lo que tenemos.
Expresa Eduardo Matías López que hay muchos casos documentados de estos delitos.
“Nos roban, nos asaltan todos. Los taxistas de la central, nos llevan al Puente Nuevo con cuotas muy altas, otros son más atrevidos, ponen a los cubanos con los delincuentes.
“Tenemos casos de cubanos que han sido secuestrados. Los llevan a casas de seguridad por varios días. Llaman a nuestra organización o a familiares en el Norte. Piden miles de dólares.
“Cuando podemos, denunciamos, pero parece que todas las policías están de acuerdo, incluso los retenes del Ejército, nadie ayuda. Saben que los cubanos, a diferencia de los mexicanos y los centroamericaos sin papeles, no necesitamos quedarnos en Matamoros, sólo unos minutos, en lo que llegamos al puente internacional, y en esos minutos ellos nos agreden”.
“El colmo fue un caso hace unos años. Nos hablaron por teléfono al D.F. una familia de cubanos, nos dijeron que estaban detenidos por una autoridad local. Querían dólares. Yo estuve platicando con mis hermanos migrantes, les dije ¿qué uniforme portaban los policías?, y me contestaron que sí estaban uniformados, en la camisa decía: agencia Bimbo.
- ¿Bimbo?-
- Sí, a nosotros también nos costó trabajo entender que hasta los repartidores de la empresa panadera Bimbo, en camioneta de la compañìa, con mercancía cargada, también le entraran al negocio de la extorsión a cubanos.
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